Señor Rolando Reátegui Flores,
Me dirijo a usted, por intermedio de esta misiva pública, saludándole cordialemente. Señor Congresista, he leído atentamente la carta que usted ha enviado a la presidenta de su partido político Fuerza Popular, señora Keiko Sofía Fujimori Higuchi.
Relevo algunos puntos de su carta:
1) Mismo si fue usted invitado a formar parte de Fuerza Popular (antes llamada Fuerza 2011), usted ha sido y es miembro de ese partido político.
2) Usted no renuncia al partido político, ni al grupo parlamentario de Fuerza Popular, solamente desea la reconstitución total de la dirigencia nacional y regional. Entonces, continúa siendo fujimorista. Aunque dentro de la conyuntura que está viviendo, podría haber usted tomado otra opción, más radical. Ruptura.
3) Congresista, usted dice: «En este proceso judicial (es decir, el lavado de activos), se ha confudido la lealtad partidaria, con impunidad.» Consecuencia de ello, su jefa, su presidenta, su lideresa, ella se ha visto impuesta 36 meses de prisión preventiva por el juez Richard Concepción Carhuancho. Así es la vida.
4) Ante el abandono de los máximos líderes de su agrupación política hacia su persona, usted habla de «desamparo de la alta dirigencia del partido»…señor Congresista, usted se ha visto en la imperiosa y abrupta necesidad de decir toda su verdad ante la Fiscalía. Prioridad: su familia, sus amigos que confían en usted. Parece lógico. De ahí que una posición más radical era laudable.
Señor Reátegui, su verdad es subjetiva…un consejo, trate de acercarse a o decir LA VERDAD. Y en Derecho, no sólo es bueno decir la verdad, sino también corroborar lo dicho con pruebas fehacientes. Antes que la caja de Pandora se cierre, cuente al país cómo funciona Fuerza Popular (lavado de activos y otros temas), sobre todo la guardia pretoriana de Keiko. La cúpula aprofujimontesiniestra desearía tomar el Poder Ejecutivo de nuevo y mantener el Perú en cautiverio. De ahí la desesperación de Alan García Pérez: habla de golpe y quisiera que su hermanito Hinostroza esté libre. Es una lisura sin nombre.
Congresista, más que seguro, usted pasará un mal momento debido a sus «errores políticos» (como usted mismo lo reconoce) frente a la justicia peruana. «Errores políticos», linda expresión pero llena de sobreentendidos. También sus antiguos camaradas del partido (probablemente comenzando por la señora K) le seguirán dando la espalda y harán comentarios no favorables para su persona. Pero eso pasa; es afligente y muy penoso, pero pasa. Usted tendrá la oportunidad de comprobar quiénes son sus verdaderos amigos, por que los auténticos están siempre en los momentos difíciles. ¿No es cierto? Sin embargo, a corto, a medio y a largo plazo, los peruanos honestos (que somos muchos) y el país le estarán agradecidos, si usted asume su responsabilidad. Frente a la Historia del Perú y por el honor de su familia, usted no tiene otra alternativa que decir LA VERDAD.
Quizás sin quererlo, o empujado por las circunstancias internas y externas (factores), usted se ha unido al batallón de nuestros conciudadanos que luchan contra la corrupción en nuestro país. De ser así, le deseo buena suerte.
Por el Pérú, y solamente por el Perú.
Atentamente, Pedro Emilio Torrejón Sánchez. Hoerdt, 5 de octubre del 2018.