La historia de Nemi Vásquez Escudero, una joven madre tarapotina, ha conmovido a vecinos y conocidos. Desde enero de este año permanece postrada tras ser diagnosticada con cáncer de hígado en etapa terminal, una enfermedad que le ha arrebatado la movilidad y la fuerza, y que mantiene a su familia en una constante lucha por brindarle mejores condiciones de vida.
Su esposo, Jeiser Curinuqui Canayo, relató que los primeros síntomas fueron tratados sin éxito en diversos centros médicos. Tras múltiples ecografías, los especialistas detectaron un tumor hepático de rápido crecimiento. Con el paso de los meses, la situación se agravó, obligando a la familia a buscar atención en el Hospital Belén de Trujillo, donde se confirmaron los temores: cáncer hepático avanzado, diagnosticado también por el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) de Lima.
Pese al esfuerzo médico y a la cobertura del Seguro Integral de Salud (SIS), el diagnóstico fue irreversible. Por la gravedad del cuadro, los médicos desaconsejaron tratamientos como la quimioterapia, recomendando en su lugar cuidados paliativos que prioricen el bienestar y la comodidad de la paciente durante el tiempo que le quede.
Actualmente, Nemi se encuentra en su vivienda en Morales, bajo el cuidado permanente de su familia. Su esposo explicó que ella necesita pañales, toallas húmedas, bebidas rehidratantes y una silla de ruedas, elementos indispensables para sobrellevar su día a día. La familia también enfrenta dificultades económicas que complican su atención continua.
Ante esta dura situación, Jeiser Curinuqui hace un llamado solidario a la ciudadanía para que quienes deseen colaborar puedan hacerlo a través del número 984 852 105, disponible en la aplicación Yape, a su nombre. Toda ayuda, por pequeña que sea, puede marcar una diferencia en la vida de Nemi y su familia.
