“De todos los sentimientos humanos, ninguno es más natural que el amor por la aldea, el valle o la barriada en que vivimos los primeros años”
José Ingenieros.
En tu suelo reposaba una raza originaria que contemplaba el sol, la luna y la prodigiosa naturaleza, inspirada de creencias ancestrales, vislumbrando al cielo para intentar comprender el universo. Es la imaginación la que nos cautiva evocar nuestra remota procedencia empapada de herencia preincaica desplazándose entre pájaros y árboles, rindiendo culto politeísta a los dioses celestes.
Con arrebato consanguíneo, deslumbrado por tu fecunda historia, apasionado por tu brillante belleza natural, bañado por la brisa del río Mayo, purificado por el aroma de las orquídeas que brotan de tus entrañas y protegido por el centinela que deslumbra en su aposento natural el de Morro de Calzada.
Moyobamba es en la historia, capital de la antigua gobernación de Maynas, y capital de la provincia litoral de Loreto, recinto de gloria y de rebelión contra el brutal invasor.
Moyobamba es en la cultura y rebeldía, espacio territorial que nació desde la tribu de los Mayorunas, resistiendo al sometimiento Inca encarnado en Túpac Yupanqui y su hijo Huayna Cápac, que jamás se perpetró ante la rebeldía de los Muyupampas (Moyobamba) y Sachapuyos (Chachapoyas).
Lugar del corazón que aguarda milenariamente más de 3500 especies de orquídeas, que representan la mayor cantidad de especies descritas en el mundo que adornan el valle con su de colorido de la venas y huellas de los fundadores de nuestra raza.
Moyobamba es bastión de peruanidad que desde 1830, acogió en su seno a los consulados de Argentina, Brasil, Colombia, Francia, Alemania, Inglaterra, Holanda; brotando razones históricas universales de valor inmaterial por las cuales se le ha considerado “Cuna de la Cultura del Oriente Peruano”.
Moyobamba es recinto de heroicidad, cuna de héroes que lucharon por una patria digna y solidaria. Por: Jorge Canales