Lleva el arte en sus venas
El árbol de la Lupuna, uno de los más, originalmente, hermosos de la selva amazónica, “tiene madre”. Los originarios selváticos creen que está poseído por un espíritu o habitado por un ser viviente.
Está considerado como el árbol más alto de la Amazonía, superando muchas veces los 60 metros de altura y ostentando espectaculares aletas que sirven de refugio a muchos animales del bosque.
Julio Espinosa Ibertis, vicepresidente del Patronato Cultural Shungos, dedicado también a la artesanía, nos muestra el arte de Fortunato Meza Julián conocido con el seudónimo de FORTINY.
Fortiny ha pintado recientemente el rostro de la madre de la Lupuna precisamente en el mismo árbol, en un fundo a 5 Km de la ciudad de Yurimaguas por la carretera a Balsapuerto, zona que está abriendo sus puertas al turismo para momentos vivenciales y de trekking (caminata).
“En nuestra Amazonía existen muchos árboles de Lupuna y Alto Amazonas, no es la excepción”, nos dice Julio; la cosmovisión de los pueblos originarios es el de atribuir por ejemplo, que todo árbol o plantas medicinales poseen un espíritu o madre y FORTINY, ha plasmado su arte en la piel rugosa del gran árbol, con el rostro de la madre de la Lupuna, que aparece con un gesto de congoja y preocupación por la deforestación permanente de los bosques amazónicos.
La presentación de este maravilloso arte se realizó el domingo 2 de septiembre gracias al emprendimiento de Germán Cahuas, empresario turístico que abre un destino y atractivo en el lugar conocido como Lago Chambira (parque ecológico), donde se encuentra el árbol de la Lupuna a 20 minutos caminando.
El día de la presentación, los chullachaquis pusieron su parte ante los invitados, con su maravilloso ritual y veneración entre danzas y sonidos.
“En realidad los visitantes se sorprendieron con la danza y la aparición de los chullachaquis, fue una sorpresa porque no fueron advertidos”, nos comenta Julio.
CONOZCAMOS UN POCO MÁS DE FORTINY
Fortunato Meza Julián, tiene 58 años de edad, es natural de Huancayo- Junín; desde muy niño las artes plásticas recorre sus venas; visitó pueblos de la costa y selva, llegando incluso hasta Bolivia y Chile, perfeccionando su estilo en Antofagasta, al trabajar como ayudante del destacado artista plástico Núñez Henríquez.
Llegó a Yurimaguas en el 2011, desde entonces plasma su arte bajo el seudónimo “FORTINY”; considerándose un apasionado obrero de las artes plásticas” y dice que su misión es promover una profunda revolución del pensamiento crítico teniendo como insumo la mitología amazónica y su cosmovisión.
También se dedica a la literatura, pues tiene algunos relatos, como MATIVA; en marzo del 2022 concursó a nivel nacional en “artes visuales” convocado por el Ministerio de Cultura logrando ganar con su proyecto de mitología amazónica con estilo “mágico y realista”: “Recreación de los Amazorunas”. El Chullachaqui y el Yacuruna, auspiciados por Abrecaminos y Trazos Editores. (Roger Torres)