En una oportunidad en uno de mis artículos decía que la gestión de Carlos Philco, alcalde del distrito de Morales, es una bomba de tiempo. Considero que los hechos que vienen ocurriendo es la confirmación de la percepción no solo mía sino de una gran mayoría de los moralinos, que apostaron por una nueva administración que le dé un nuevo rostro social y urbanístico al distrito. Pero del deseo a la realidad, estamos viendo que estamos frente a un escenario político del distrito nada agradables y bastante cuestionables, producto de la desazón y de la falta de criterios de gobernabilidad de parte de su primera autoridad.
Funcionarios de alto cargo desde un principio trayendo de afuera, como que en la zona no tuviéramos a gente competente para asumir cargos de alta jerarquía como las gerencias respectivas. La salida del alcalde en este aspecto es, como son conciudadanos naturales de la zona, van a tener mayor familiaridad la ciudadanía con la autoridad respectiva.
Con esta filosofía, el señor Carlos Philco, siendo natural de la zona y particularmente del Distrito de Morales, él tampoco hubiese sido candidato y en consecuencia tampoco sería alcalde.
En este contexto y producto de los sinsabores que viene cosechando el señor Carlos Philco, cuya cosecha es generada exclusivamente por él mismo al ser conocidas por la sociedad de una serie de documentos, boletas, facturas y cuanto tipo de pruebas que vienen certificando ciertos malos manejos de administración y de la caja chica, que comprometen al alcalde y a algunos de sus funcionarios.
Lo terrible es que no se deslinda responsabilidades hasta estos momentos, como que lo que viene pasando en el distrito moralino, desde que empieza esta nueva gestión, comprometida en permanentes escándalos, desde la camioneta, pasando por la bomba hidráulica, hasta estos últimos casos de boletas y pagos sin el uso de los servicios respectivos. Nos indica una sola cosa: que estamos con una administración que ha defraudado la expectativa de la población moralina.
Y parece gracioso que por los duros cuestionamientos que viene recibiendo el alcalde moralino, la prensa y algunos periodistas se quiere confundir indicando que ellos son los únicos responsables y agitadores de la noticia, y como tal vienen siendo amenazados únicamente por contar la verdad, o por ser los canales por donde el mensaje es llevado. Este mensaje no lo crea el periodismo, menos mal, pero tiene la imperiosa obligación de transmitir al destinatario que viene a ser la sociedad los entretelones de este mensaje, cuyo protagonista, lógicamente es el alcalde.
La agrupación política que le permitió al señor Carlos Philco, llegar al municipio, Acción Popular, así como llegó a esta agrupación política, está a punto de abandonarlo, antes que él sea desaforado del mismo partido. Situación ésta realmente no creo, pues su secretario general, el señor Guillermo Vásquez, por poco faltó (en una entrevista que le hizo la señora Glenda), que le encienda velas al señor Carlos Philco, pues absolutamente nada dijo por los duros cuestionamientos que viene pasando el alcalde del distrito de Morales.
Ampararse en la comisión que supuestamente vienen realizando para lanzar un respectivo pronunciamiento contra el referido alcalde moralino, para que recién a partir de ello, transmitir su disgusto y su desafiliación del partido, es como no tener opinión propia, porque le preguntó la periodista no solo para que responda en su calidad de secretario general, sino como militante por años en el partido, y que tampoco tuvo una respuesta con principio y autoridad, es como queriendo ser demasiado diplomático, blando y flexible, deslinda ya en la complicidad con los errores y terribles equivocaciones de un alcalde que está mirando ya otras opciones de militancia con otro partido.
La pregunta es: ¿Sumará dignidad este alcalde cuestionado en algún partido o le restará votos a esa agrupación en próximas presentaciones electorales? Todo dependerá del ciudadano que al final se convierte con equivocación o no, en el mejor juez a la hora de las elecciones.
Lo cierto es que estamos en medio de un escenario donde el Ministerio Público, espera no sé qué tipo de pruebas para que se convenza y proceda un proceso de investigación con aquellos personajes del escenario políticos que están inmersos en situaciones nada agradables como el caso del alcalde de Morales.
Mientras tanto el Frente de Defensa del Distrito de Morales, no viene haciendo un trabajo de fiscalización acorde con los casos de cuestionamiento contra la autoridad edilicia del distrito de Morales, no se deja hacer sentir su presencia. Únicamente se conoce que formarán un frente anticorrupción.
Este frente no asegura nada, ni dos, ni cinco frentes contra la corrupción, si los que le integran siguen siendo los mismos del Frente de Defensa; o aun siéndolo otros ajenos a este frente de defensa, si no reúne las condiciones éticas y su capacidad de imparcialidad a la hora de emitir los juicios, entonces, estaríamos hablando más que de nada.