La naturaleza nos sorprendió la tarde de ayer luego que más de 4 familias se quedaron a la intemperie, tras un fuerte ventarrón.
Las calaminas salieron volando ante el fuerte viento y otras fueron arranchadas del maderaje poniendo en zozobra a los vecinos y transeúntes.
Los dueños de las propiedades tuvieron que ponerse a buen recaudo y sobre todo verificar las conexiones eléctricas para evitar consecuencias fatales.
Don Pedro Amasifuén, dijo que fueron minutos de desesperación, un fuerte ruido los alertó y cuando salieron a ver lo que pasaba, la mitad del techo de su casa se encontraba sobre otras viviendas.
El poblador señaló que “fue como un remolino que levantó todo lo que encontró” tuvieron que ponerse a buen recaudo para luego reparar los daños porque temían que la lluvia los sorprenda y perjudique sus artefactos.
Texto de Imagen: Vivienda afectada por fuertes vientos