El hijo menor de Alberto Fujimori, Kenji, nos acostumbró a comportamientos y escritos que demuestran que tenemos teatro para rato.

El punto más alto ocurrió en la votación para definir la vacancia del presidente Pedro Pablo Kuczynski, pues, ante la supuesta negociación previa a la definición, luego de conocer los resultados, veíamos a Kenji Fujimori derramar lágrimas de lo que sería un acuerdo que se ha negado a todas voces, pero muchos no creen que se haya realizado el acuerdo, debajo la mesa.

Fueron nueve congresistas que acompañaron a Kenji para que la vacancia no proceda y a los pocos días, el indulto, que era un tema muy comentado, se dé entre gallos y media noche, a solo unos minutos de las 12, que las familias cristianas se preparaban a celebrar.

Ayer, empezaron a salir las resoluciones del Comité de Disciplina de Fuerza Popular, quienes definieron la expulsión de tres congresistas, Bienvenido Ramírez, el del alzheimer, Maritza García, quien pidió a la mujer “no provocar al hombre para evitar ser agredida” y el mismo Kenji Fujimori el líder de la resistencia, como posteó en su cuenta de twitter.

¿Estrategia?, ¿Nace una estrella?, ¿Un nuevo movimiento político?, ¿Solo levantar polvo? Ya cualquier cosa se puede esperar de la gran mayoría de políticos que tenemos en nuestro Poder Legislativo.

La función va a continuar y en esta nueva novela japonesa vamos a ver que los capítulos serán amplios, largos, con llantos, enemistades, amigos que apoyan al protagonista y el odio familiar que busca sobre todas las cosas, convencernos quién es el malo y quiénes son los buenos de la historia.

Un teatro al que ya nos tienen acostumbrados en este año electoral y lo que venga para el 2021, más novelas se crearán.