
No encontramos palabras para evocar tu repentina partida.
Eras tan fragil, cuando todo el mundo supo verte fuerte.
Eras baile, eras teatro, eras danza, eras empresaria, eras hija, eras novia.
Esa era Giovany, la bailarina que encantaba en las presentaciones, en las horas locas de las fiestas tarapotinas; quien con su chispa, idealizó personajes como actriz en los grupos teatrales; y con su encanto, también supo ganarse a los niños.
Lamentablemente, interiormente jugaba con el infortunio, sabía que tenía todas las de perder, sabía que la leucemia, era un enemigo poderoso, pero se le enfrentó con todas sus fuerzas, una digna rival.
Giovany, quería este año, renovar su fe con Dios, y cristalizar su amor en matrimonio, ya tenía todo listo, y sucedió la tragedia.
Hoy queremos recordar a Giovany, en todas sus facetas, con sus ilusiones y decepciones, con el cariño hacia los más pequeños.
Y parafraseando al poeta te decimos: donde estés, si es que estás, si estás llegando, aprovecha por fin a respirar tranquila, a llenarte de cielo la sangre.
Finalizando estas líneas, todavía no sabemos como decirte adiós, solo nos queda el hasta siempre Giovany, y gracias por todo… (Julio Quevedo Bardález)