Lenin Quevedo Bardález
Me sorprende entre otras cosas lo que está pasando con los medios de comunicación a nivel nacional. Ya la vendeta es por demás evidente. Lo que ha pasado con Alan García en el programa de Aldo Mariátegui, fue ya el colmo de los colmos. Él junto a otro impresentable, se arrodillaron ante su majestad Alan García, le hicieron un programa grabado en el que se vetó a todos los periodistas que podían incomodarlo. Alan le tiene terror a que le pregunten por los narcoindultos, los petroaudios, el baguazo, entre otras mil perlas de dicho personaje.
Un jovencito le dio las clases de valor y principios que le faltan a esos dos “sheplecos”, cuando en una conferencia le preguntó si tomando en cuenta su cinco por ciento iba a renunciar a su candidatura a lo que, cual bisonte, don Alan respondió que El Comercio le hace contracampaña. Si tuviese la oportunidad de decirle algo a ese señor, le diría que “Bagua no se olvida” y no soy del diario El Comercio.
El caso de Acuña en el Valor de la Verdad ya es un escándalo. Cuando quiso explicar qué es para él ser ingeniero químico dijo una sarta de boludeces sin sentido, pero fuera de ese momento complicado, estuvo muy cómodo. La pregunta más dura, la que iba a significar su mayor dificultad, la última pregunta fue la insulsa: “¿usa viagra?”. De tanto qué preguntar, le dice Beto Ortiz si es que usa viagra. Por eso los periodistas estamos vistos como estamos. Se fue a CNN y tuvo la conchudez de decir que él es el único académico entre los que postulan y que no plagió, sino dijo que hizo algo que no se entendió. Señor Villanueva, qué mal queda el Perú cuando hay gente que avala posibilidades de gobierno como esta. Qué vergüenza.
Alguien con dignidad hay en el partido de Acuña. Se va el pastor Lay y con él la esperanza que haya “renuncias como cancha” y se diluya esta posibilidad como un mal sueño.