El exmandatario debe responder por el presunto beneficio de reformas pagadas por grandes constructoras entre 2010 y 2014 en una hacienda en Atibaia, interior de Sao Paulo, atribuida a él a cambio de contratos con Petrobras. El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva , preso en Curitiba (sur), será interrogado este miércoles en la sede de la Justicia Federal de esa ciudad, en medio de una gran expectativa y fuertes medidas de seguridad.
En su primera salida de la cárcel, el exmandatario de izquierda (2003-2010) debe responder por el presunto beneficio de reformas pagadas por grandes constructoras entre 2010 y 2014 en una hacienda en Atibaia, interior de Sao Paulo, atribuida a él a cambio de contratos con Petrobras.
La defensa de Lula mantiene su inocencia, asegura que la propiedad no le pertenece e insiste en que la denuncia es parte de una campaña de acoso político-judicial.
Frente a la sede de la Policía Federal, donde el expresidente de 73 años purga en una celda solitaria una condena de 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero, una cincuentena de militantes participaron hasta el final de la tarde del martes en la Vigilia Lula Libre, que se mantiene desde que fue preso el 7 de abril.
“Es la primera vez que Lula verá nuestra vigilia.
Nosotros hablamos con él sin que nos vea, pero mañana va a ver cuánta gratitud el pueblo le está demostrando”, explica a la AFP Roberto Baggio, coordinador del Movimiento Sin Tierra (MST) en el estado Paraná, una de las organizaciones afines al Partido de los Trabajadores (PT) del exmandatario.