Creó un estilo que actualmente es copiado por los periodistas policiales en la radio. El programa Patrullero 1160, tenía interesantes tops de sintonía, marcando una época

Por Julio Quevedo Bardález

Cuentan que en Shapaja nacen los mejores, y no les falta razón, uno de sus ilustres hijos fue don Guillermo Sánchez Ushiñahua, profesor y “periodisto”, como jocosamente se hacía llamar el popular “Patrullero”.

La última vez que tuve una conversación con él fue en la casa de Wilson Quevedo Chávez, quien acababa de sufrir un accidente, y Guillermo fue a visitarlo.

Ahi nos afirmó que la mayor parte de sus “anécdotas” radiales, como la del platillo volador, y del rayo asesino, y otras noticias fueron parte del imaginario popular.

Pero la chispa que ponía al programa, la forma de relatar las noticias, el sabor picante de la dicción y sobre todo la jocosidad en que las narraba, calaba en un pueblo, que se relajaba con las ocurrencias del programa Patrullero 1160.

El programa coincide casi con el inicio de las transmisiones de radio Imagen, desde 1979, hasta el 2006, el Patrullero, se convierte en el único programa policial de la radio tarapotina.

Guillermo Sánchez, todos los días acudía a la Comisaría para ver el cuaderno de ocurrencias y por las noches las daba a conocer, pero con esa brillo innato con que ensalzaba los relatos.

Nos acompañó toda la década de 1980, y nos siguió acompañando y lo continuamos escuchandola década de los 90, cuando la violencia estaba campante en la región, y de 9 a 10 de la noche podíamos escuchar a lo lejos, y sobre todo cuando había los cortes de luz, a la sirena policial que sonaba y sabíamos que escuchaban al Patrullero 1160, con su auspiciador principal DINUSA, la tienda de las seis letras y Feijoo Hermanos.

Ayer, esa sirena del patrullero dejó de sonar, ya no se oirá más, ahora que los recuerdos vuelven a la mente, ya no te oiremos decir tu famoso Alan Damián Roberto, refiriéndote al expresidente de la República; y otras ocurrencias que tenías, al leer la policiales dejaste escuela en San Martín y ahora tienes muchos imitadores.

Sería una pena que no exista una cabina de radio en los cielos, pero estoy seguro que muchos se están preparando para escucharte.

Hasta siempre patrullero y como decías en la radio… Vamos a escuchar el minuto de silencio…. en tu honor…