Tras más de cuatro días de intensa búsqueda, ayer por la mañana, miércoles 10 de septiembre, fue encontrado el cuerpo sin vida de Liz Fiorela Collantes Llanos, de 19 años. La joven había salido el sábado por la noche con planes de acudir a una discoteca, pero finalmente permaneció en la habitación de su actual pareja. Al retirarse del lugar, habría sido interceptada por su expareja, Yerico Tarazona (24), quien presuntamente la obligó a subir a su motocicleta. Desde entonces no se supo más de ella.

El hallazgo se registró en una chacra ubicada cerca del centro poblado Nuevo Jaén, a unos 20 minutos de Yanajanca, en un predio que pertenecería a un familiar del principal sospechoso. El cuerpo fue hallado entre matorrales gracias al esfuerzo de las Rondas Campesinas y vecinos, quienes se sumaron voluntariamente a la búsqueda, ante el descontento por la lenta respuesta de la Policía frente a la denuncia de desaparición.

Según se conoció, tras el aviso de las rondas, agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar, aunque varias horas después del hallazgo del cuerpo se demoró en las diligencias del levantamiento del cadáver, procedimiento indispensable para determinar las causas del deceso. Las autoridades manejan la hipótesis de un presunto feminicidio, un hecho que ha causado indignación y dolor en la comunidad.

Los familiares de la joven exigen justicia y la pronta captura de Yerico Tarazona, actualmente prófugo, a quien señalan como principal responsable. Los pobladores de Yanajanca también demandan que este crimen no quede impune y que las autoridades actúen con mayor firmeza en la protección de las mujeres frente a situaciones de violencia.

Este caso se suma a la preocupante estadística de agresiones y muertes de mujeres en la región, situación que pone nuevamente en debate la necesidad de reforzar las políticas de prevención y la respuesta oportuna de las instituciones encargadas de garantizar la seguridad ciudadana. Por: Hugo Anteparra