Por Willian Gallegos Arévalo
Lo que escribiremos en referencia al Unión Zona Agraria IX se basará en datos de los protagonistas de las jornadas deportivas y de quienes tienen los mejores recuerdos porque testimonios escritos no existirían, una debilidad en que incurrieron las instituciones deportivas, con excepción del Sport Boys y el Deportivo Huracán, principalmente. Y para el caso, debo mencionar a Nicolás Núñez Amoretti, Teddy Tuesta Torres, Emilio Castre Cárdenas, como los referentes principales para construir la historia del Unión Zona Agraria.
La maravillosa década de los sesenta estaba llegando a su fin. Los acontecimientos mundiales que ocurrieron tendrían su impacto por siempre: la llegada de los norteamericanos a la Luna, la Guerra de Vietnam, primaveras políticas se afianzaron para salirse del bloque llamado comunista, y en el Perú, el gobierno de Velasco Alvarado había promulgado importantes leyes agrarias y sociales; Tarapoto se estaba convirtiendo en una gran ciudad y ya tenía agua potable, la cobertura del servicio eléctrico se amplió y las famosas planchas de hierro “Gallo” que funcionaban con carbón pasaron a ser parte de los museos personales. Por décadas estas planchas dejaban “tiza” las camisas de gabardina y popelina que vendían Francisco La Torre García, Oscar Guzmán Noriega, Carlos Vidaurre y muchas tiendas tarapotinas, casi todas ellas a partir de los negocios de Julio Samaniego Paz que vendió sus sucursales de la ciudad a sus antiguos trabajadores.
El sector agrario parecía tomar mayor impulso con la descentralización del Ministerio de Agricultura. La ejecución del “Proyecto Huallaga Central y de los ríos Chiriyacu y Nieva”, durante el gobierno de Fernando Belaunde, inicia el despegue agropecuario en la Región San Martín, y con la construcción de la carretera marginal de la Selva -cuyo centro de operaciones fue Tarapoto—la región San Martín entra en un proceso de desarrollo irreversible. Por primera vez se forman las Zonas Agrarias, al promulgarse la Primera Ley Orgánica del Sector Agrario (1969). El Servicio de Investigación y Promoción Agraria (SIPA), creado en 1960 -que había absorbido al anterior SCIPA)- también estaba “descentralizado” en zonas agrarias, cuya sede era Tingo María y administraba la Granja El Porvenir.
A inicios de los años setenta, con una nueva estructura del sector agrario, se forma el club que tendría en el Unión Zona Agraria un modelo de gestión social deportiva: pública y privada. Como trabajador del sector Agricultura, a inicios de los ochenta, y aficionado al futbol, era infaltable al estadio para aplaudir a los bravos atletas y de muchos de ellos detallaremos algunas referencias. El club social deportivo Unión Zona Agraria sería un club aglutinante socialmente y llenaría casi tres décadas del fútbol tarapotino, en donde la pasión y la identificación con la casaquilla verde eran más que simbólicas. El club había dejado su marca para siempre. (Comunicando Bosque y Cultura).



