El 2022 fue el último año que se dedicó a la docencia, hoy deja las aulas del colegio que dio casi toda una vida; ahora innumerables promociones de “Ofelia Velásquez” lo recuerdan con cariño diciendo, “él fue mi profesor”, para decirle simplemente gracias por todo.
Profesor Carlos Navarro Ramírez, fuiste mi profesor pero nunca dejarás de ser mi maestro, cuantas enseñanzas, cuantos recuerdos a sabor de quena y zampoña que tanto presumías y nos hiciste querer esa música siempre al ritmo del Pajatén.
Cómo no olvidar tus clases de Literatura, del Siglo de Oro, con Cervantes, Lope de Vega, de Quevedo y de Góngora y Argote, o adentrarnos en la literatura peruana, con grandes clásicos como Matalaché, Lopéz Albujar, La Ciudad y los Perros de Vargas Llosa o el fantástico Sangama de Arturo Hernández.
Eres de los pocos profesores que pasó de la generación X a la generación Z, del lápiz y el papel a la internet, de los libros al Google, es decir fuiste gozaste los cambios informáticos y cibernéticos.
Sé que las despedidas son tristes, pero queda en el alma de haber logrado que los jóvenes del ayer, se conviertan en los buenos ciudadanos de hoy.
El mayor de los agradecimientos para usted querido profesor.