Desde hace dos décadas, la IIRSA Norte ha sido mucho más que un corredor vial; es una arteria estratégica que une la Selva, la Sierra y la Costa del Perú, transformando la geografía del país en una plataforma de oportunidades económicas y sociales.
Este proyecto ha cuadruplicado las exportaciones peruanas a Brasil, movilizado más de US$ 5 mil millones en comercio bilateral y proyecta al Perú como un hub logístico bioceánico de primer nivel. La conexión entre los puertos del Pacífico, la selva amazónica y el futuro tránsito hacia Manaus mediante la Hidrovía Amazónica posiciona al país como un eje clave en el comercio entre China, Sudamérica y el mundo.
La vía IIRSA Norte ha generado miles de empleos, fortalecido las economías locales y reducido la informalidad en regiones tradicionalmente marginadas, demostrando que la infraestructura puede ser un motor de transformación social y económica.
El desafío ahora es consolidar y mejorar esta infraestructura fluvial, portuaria y aduanera, para que el Perú siga siendo una verdadera bisagra continental, conectando sus regiones y potenciando su desarrollo integral.