Existe malestar de alumnos y docentes
Decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Víctor Pretell Paredes: Autoridades Universitarias contrataron una empresa externa para talar los 57 árboles, por un valor de 100 mil soles
Un hecho que llamó la atención de alumnos y docentes de la Universidad Nacional de San Martín, es la tala de 57 árboles de ficus de más de 20 años de antigüedad que fueron sembrados en su campus universitario del distrito de Morales.
Ante los cuestionamientos, el jefe de la Unidad de Inversiones Neil Rodríguez Sánchez, de la casa superior de estudios de la región, desmintió que sea una tala, ya que se trata de una poda y van a sembrar especies maderables.
Rodríguez Sánchez, indicó que las autoridades universitarias tomaron la decisión de sacar esos árboles, porque sus raíces afectan las tuberías de agua y desagüe, toda vez que existe un proyecto de construcción de saneamiento básico y drenaje pluvial. “Las raíces son perjudicial, afectan las infraestructuras, razón por el cual íbamos a tener problemas posteriores” puntualizó a manera de justificación.
Según el jefe de la Unidad de Inversiones, cada una de las facultades, entre ellas de Ciencias Económicas, hicieron informes solicitando solución a los problemas en sus servicios higiénicos, es por ello que los podaron para ser remplazados con Capirona y Eucalipto, negando que estén deforestado la Ciudad Universitaria.
Decano Pretell Paredes desmiente.
La reacción del decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Víctor Pretell Paredes, no se hizo esperar, negando tajantemente ellos solicitaron que talen esos árboles. “Como vamos a pedir eso, si esas plantas no dan sombras en las aulas y regulan la temperatura y dando sombra además de que somos un centro de estudios con vocación ambiental, para que tenemos facultades de agronomía y medio ambiente en la universidad, si los señores no van a tomar en cuenta aspectos elementales de nuestra realidad, nuestros alumnos muchas veces se reúnen a la sombra de esos árboles para realizar sus trabajos” indicó
Pretell Paredes al ser consultado dijo tener conocimiento que las autoridades universitarias contrataron una empresa externa para talar los 57 árboles, por un valor de 100 mil soles, situación que le parece exagerado. “Vamos a pedir la orden de servicio para la contratación de esa empresa a cargo de la tala de los árboles. Como van a decir que hicieron eso para evitar que sus raíces afecten tuberías de agua y desagüe. Eso es risible, porque en la parte posterior de los pabellones no hay conexiones de saneamiento básico, eso es una gran mentira” manifestó.
Conocido el hecho, se pronunció Iván Rojas García, sobre la tala de 57 árboles en el campus de la Universidad Nacional de San Martín, en su opinión “se debió buscar otra forma de solucionar algunos supuestos inconvenientes con los ficus que fueron sembrados hace más de 20 años” dijo
“Si es verdad que están cobrando 100 mil soles por la tala, quiere decir que por cada árbol están pagando más de 1700 soles. La Universidad tiene agrónomos, ingenieros ambientales, arquitectos y debieron buscar otra solución para no afectar el medio ambiente” señaló Rojas García.
Personal ambiental de la Municipalidad Provincial de San Martín llegó a verificar la tala de árboles en nuestra primera casa superior de estudios, cuando salieron, manifestaron que no pueden hacer nada, porque no está en su jurisdicción, porque ello le corresponde al municipio del distrito de Morales.
En la página oficial de la Universidad de San Martín, sobre la facultad de Ingeniería ambiental y su perfil profesional de su formación señala:
El Ingeniero Ambiental, tiene un enfoque integral humanístico y social, su rol principal es ser investigador y promotor de los procesos de planificación y desarrollo sostenible de nuestras regiones, con visión de futuro y liderazgo. Promueve modelos alternativos de desarrollo, que garantice a la generación de hoy, crecimiento económico, equidad social y aprovechamiento adecuado de los recursos naturales, humanos y ambientales, sin perjudicar los intereses ni posibilidad de desarrollo a las generaciones futuras. La diferencia que marca el Ingeniero Ambiental, está en el manejo y dominio de estrategias en base a amplia visión y participación activa, coordinación permanente, flexibilidad y arte de concertación. La ética profesional del Ingeniero Ambiental, se fortalece en base a las capacidades cognoscitivas, afectivas y creativas, que le permita promover acciones conjuntas, construir una sociedad justa compatible al ambiente.
Es decir, todo se contradice con este proceder, con los hechos a la vista. (Hugo Anteparra)