Un hecho indignante ha conmocionado a la comunidad educativa de Yurimaguas. El pasado domingo, una pareja de padres regresó de su chacra y encontró a su hija de 14 años en una situación comprometedora con uno de sus profesores. Al verse sorprendido, el docente huyó del lugar.

Este caso ha generado profunda preocupación y rechazo social, al evidenciar una posible vulneración de la confianza y del deber ético que debe regir la conducta de todo docente. La relación entre un maestro y sus estudiantes debe estar basada en el respeto, el cuidado y la formación integral, nunca en el abuso de poder ni en conductas que atenten contra la dignidad del menor.

Al día siguiente del incidente, el profesor implicado presentó una solicitud de licencia por salud ante la dirección del colegio Industrial N.° 029, en un aparente intento por evadir su responsabilidad.

Los padres de la menor acudieron de inmediato a la comisaría de la Policía Nacional del Perú (PNP) en Yurimaguas y presentaron la denuncia correspondiente. La PNP, en coordinación con el Ministerio Público, ha iniciado las investigaciones por presuntos tocamientos indebidos y actos contra el pudor.

Por su parte, el director del colegio, Cirilo Enciso, informó que actuó conforme a lo establecido por ley: separó preventivamente al docente identificado como José Muñoz Acuña (23), comunicó el hecho a la UGEL Alto Amazonas y elevó la solicitud de licencia presentada por el acusado.

Este lamentable hecho ha encendido las alarmas en el sector educativo y plantea una urgente reflexión sobre el rol de los docentes. Quienes ejercen esta labor tienen el deber sagrado de proteger a sus estudiantes, formarlos con valores y ser ejemplo de integridad. Cualquier transgresión a esta misión no solo es reprochable, sino también debe ser sancionada con todo el peso de la ley.

Las autoridades han asegurado que el caso será investigado hasta sus últimas consecuencias.