Una joven practicante denunció a su jefe, Anthony Castillo, de trabajo por doparla e intentar llevarla a un hotel para abusar de ella en Trujillo. Él la bajó de un taxi en total estado de inconsciencia y llegó hasta la recepción de dicho hotel.
Pese a que se le caía de los brazos, él siguió intentando cargarla. Luego de pagar por la habitación en recepción, él carga a la mujer y la intenta llevarla a la habitación, pese a que ella se sostenía de la puerta.
Luego, los mismos empleados del hotel lo interceptan y le piden que deje a la joven, la cual estaba claramente dopada.
Gracias a la ayuda de los demás, el jefe de la joven la dejó en el lugar. El sujeto le habría dado una copa de trago en un karaoke con más amigos. Él fue llevado a la comisaría del lugar