Cristian Dávila Pinedo, el joven que fue víctima de un violento asalto en la carretera que conduce al centro poblado Bello Horizonte, en el distrito de La Banda de Shilcayo, continúa en delicado de salud. Su familia denuncia que, pese a la gravedad del caso, aún no se le ha realizado una tomografía, prueba necesaria para evaluar el golpe que recibió en la cabeza con la cacha de una pistola.
Adán Pinedo Pezo, tío del joven, informó que su sobrino fue atendido solo por unas horas en el hospital de La Banda de Shilcayo, donde, según afirma, fue dado de alta prematuramente, sin recibir los exámenes médicos adecuados. El joven continúa con fuertes dolores de cabeza, lo que preocupa a sus familiares por el posible daño interno que haya sufrido.
Ante la falta de atención oportuna en el hospital, los familiares se han visto en la necesidad de buscar una clínica particular para que se le realice una tomografía, cuyo costo asciende a 400 soles. “No podemos esperar más, un golpe en la cabeza puede tener consecuencias graves si no se trata a tiempo”, manifestó uno de sus parientes.
En respuesta a esta difícil situación, la familia de Cristian ha decidido organizar una actividad solidaria para recaudar fondos. Algunos familiares expresaron que es urgente realizar el examen lo antes posible, mientras otros ya coordinan la logística del evento benéfico para reunir el dinero necesario para su tratamiento.
Además, Adán Pinedo Pezo denunció que este no es un hecho aislado en la zona, ya que los asaltos a mano armada en ese tramo de la carretera se han vuelto frecuentes. Por ello, hizo un llamado a las autoridades policiales para intensificar los patrullajes e identificar a los responsables de estos delitos que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos.
La familia organizará una parrillada solidaria el próximo 1 de junio en el Jr. San Martín N° 1014, en Tarapoto. Las personas que deseen colaborar con esta causa pueden comunicarse a los números 912 697 427 o 972 830 504. Cualquier apoyo será vital para la pronta recuperación de Cristian Dávila. Por: Hugo Anteparra