El flamante Primer Ministro Pedro Cateriano, ante una pregunta para la “república”: ¿qué le parece el tuit del ex presidente Alan García que dice: “Serena y atenta es la posición del aprismo ante el nuevo gabinete?, contesto: También es mi actitud serena y atenta frente al aprismo y al fujimorismo. Esta respuesta marca la cancha, el gobierno, pese al duro golpe recibido con la censura de Ana Jara por la punta de lanza de la alianza aprofujimorista, no está dispuesto a entregarles el camino allanado. El gobierno está herido, pero no muerto.
Y es que con Pedro Cateriano como Primer Ministro la oposición aprofujimorista tiene al frente a alguien que no ha tenido ni tendrá pereza en contestarles y enrostrarles, con seguridad que será el epicentro que marcará la agenda de la discusión en el país, como ha escrito Hildebranth: “La gobernabilidad se pone en riesgo”, dirá el cojudismo solemne. Pamplinas. El gobierno responde con una provocación y los apristas y fujimoristas han recibido lo que siempre han merecido: un primer ministro que sufre de incontinencia verbal y que profesa un odio minucioso al Apra en banda y al fujimorismo de prontuario”. Sin duda un jueves santo para el recuerdo.
Y para molestia de los fujimoristas que el jueves santo recibieron la noticia que no esperaban, se dio en la antesala de otra, el autogolpe del 05 de abril, para ellos, un gran acontecimiento histórico, lo mejor que se ha podido haber hecho por el país; para un grueso sector de la población, el inicio de un plan ideado por Montesinos, apoyado por el general Hermosa y asentido por Alberto Fujimori, hoy los tres que impulsaron el “plan verde” propuesta que pretendía hacerse del poder por 20 años terminaron como cualquier banda, presos, el gran general por coimero en la compra de armas, el traidor y espía por venderle armas a las FARC y confabularse con narcotraficantes y Fujimori por autor mediato de los crímenes de Barrios Altos y la Cantuta, entre otros delitos.
Para muchos el autogolpe del 05 de abril fue necesario, el argumento, enfrentar el terrorismo y le hiperinflación que nos dejará como herencia el aprismo, por eso aplaudieron la derogatoria de la Constitución de 1979 que fue una de las más avanzadas de Latinoamérica, nacida de un importante consenso de diversas fuerzas políticas, y en donde se habían plasmado la conquista de los derechos fundamentales, en el plano, político, social y económico. La Constitución fujimorista del 93 cerceno de un plumazo, en nombre de la paz y estabilidad, todo los avances que el pueblo en luchas había conquistado, como por ejemplo los derechos laborales.
Que el país en los 90’ quería cambios claro que los quería, que el APRA nos dejó en la ruina también es cierto, sin embargo que quede como lección, que aun con sus imperfecciones no debemos socavar la democracia como sistema, las dictaduras ya no deben tener espacio, la vacuna es la memoria histórica, de ahí la necesidad de no olvidar nunca el 05 de abril del 92.