Uno de los grandes males que aquejó durante años y que sigue aquejando al fútbol peruano es la informalidad que habita en los clubes de Primera División y en los que llegaron (respecto a la forma). La Copa Perú es uno de los torneos que grandes alegrías les ha dado a sus regiones pero, en la mayoría de los casos, ha causado una gran desazón.
La falta de estructura institucional así como los problemas económicos terminan por desfragmentar a los equipos que llegan luego de una gran travesía anual. Y a pesar que hay equipos que llegaron a formalizarse y estructurarse, otros sucumbieron ante las exigencias del fútbol profesional.
Julio César Uribe fue enfático en señalar una inusitada conclusión sobre la Copa Perú: “Que yo recuerde en los últimos 35 – 40 años, siempre la conclusión es la misma, la Copa Perú no se gana, se compra. Lo que pasa en ese torneo es grave.