A lo largo del tiempo, el deterioro y la perdida de la calidad ambiental se ha acentuado mediante extremos y extraordinarios patrones climáticos que ha convertido una naturaleza decadente, calcinada, retorcida, … un paraíso que está siendo degradada y destruida.
Esta, no es la única época que ha identificado la realidad ambiental que tenemos como sociedad, ya que, desde años anteriores, hemos logrado identificar los peligros que iban a estar presentes en ese futuro que de pronto, se ha aproximado de manera rápida.
Efectos de la degradación de los bosques a causa principalmente de la tala ilegal para corresponder supuestos «aprovechamientos forestales sostenibles» para el desarrollo del país y la existencia y provocación de incendios en espacios en donde hubo presencia de una alta vegetación boscosa que desapareció por los cambios de uso agrícolas y aumento poblacional vienen siendo las catástrofes más críticas que el ser humano ha logrado generar sin proporcionar una visión de protección que permita un enfoque integral.
Nos hemos acercado a una realidad en el que no existe claridad de la importancia que tiene el medio ambiente, si es que nos perjudica tanto, o nos beneficia poco, si es que uno debe conservarlo, ¿y por qué?, nos acercamos a una realidad en el que, para muchos, es difícil realizar el proceso de reflexión frente a aquella valoración de la biodiversidad que debemos tener para comprenderlo todo.
No podemos volver a la normalidad, cuando sabemos que la normalidad viene siendo el problema. necesitamos dar un giro, reaccionar y evolucionar cuanto antes. las consecuencias que se han generado no está arrebatando todo lo que posiblemente sea la última opción que tengamos en el futuro.
Con alrededor de más de 173 incendios forestales dentro de 20 regiones en el país, el fuego incontrolable nos ha otorgado la muerte de cientos de animales silvestres que tenían como refugio y hogar al bosque y que han sido abatidos por el lamento de no poder escapar, nos ha hecho inhalar oxigeno de un aire contaminado lleno de toxicidad, nos escondió de aquel cielo azul que nos permitía apreciar el vuelo de aves en libertad, nos ha alejado de amaneceres y atardeceres que para muchos, era la única esperanza que solíamos tener. Incendios llenos de nubosidad de humo que han sido desplazados en el cielo, a raíz de los suspiros que anunciaron el último vestigio de aquellos árboles majestuosos que fueron devorados por las llamas, de árboles que en algún momento cumplieron la misión de brindarte reducción de c02 en tus pulmones, de árboles que en algún momento también te han ofrecido sombra.
Cómo es que, el ser humano aun teniendo la capacidad de resolver tantas cosas, ¿esto se vuelva imposible para él ?, en qué estamos fallando, porque si bien, en medio de este infierno, seguimos respirando, viviendo, trabajando, desplazándonos, como si nada de esto estuviera pasando, ¿como si nada de esto estuviera ocurriendo, como podemos levantar nuestra cabeza para buscar un cielo libre de un humo que es la propia destrucción ?, el dolor de esta indiferencia duele más que ver el fuego arder, porque sencillamente lo estamos perdiendo todo.
Es importante que absolutamente nadie se quede con los brazos cruzados y solo se quede a observar lo que pasa frente a sus ojos, es importante que todos desarrollen su conciencia ambiental, esa que ayuda a contribuir la interdependencia entre cada individuo y su entorno, esa conciencia que fomenta la comprensión, la empatía y el respeto de cada una de nuestras acciones diarias que logran tener un impacto que se encuentra relacionada directamente con la salud de este planeta.
Pertenecemos a este mundo, en el que desde que nacemos nos otorga tanto, crecemos recibiendo lo mejor de él, vivimos en por qué sabemos que somos compatibles con lo que tiene y la única recompensa que debemos efectuar a ello es dejar de ser ignorantes. La ignorancia en el ser humano logra que no comprenda, no acepte y no haga nada frente a lo que está sucediendo en el presente.
Es hora de ser humanos y personas capaces de desarrollar virtudes de empatía, respeto, valor y sobre todo, de amor, virtudes que impactan de muchas formas de manera individual para cada uno, pero sobre todo, con la gente que está a nuestro alrededor, la gente que muchas veces no conoce, no entiende o todavía está aprendiendo. debemos enseñar, motivar, inspirar y luchar para dejar de ignorar el sufrimiento que en algún momento nos haga lamentarnos de lo que ya ha sido demasiado tarde para lograrlo. alcemos nuestras voces, nuestra fuerza con ese puño firme para hacer que los más grandes con poder nos escuchen y entiendan que esto no es un fracaso de todos, sino una lucha con una victoria futura exitosa de los que amamos la vida con sabiduría verde.
Hellen Zuzety Chumg Camus
Ingeniera Ambiental