La crisis del fútbol peruano
Por: Víctor Hugo Mendoza Pérez
Lo que está sucediendo con la selección peruana de fútbol, al quedar en último lugar de la tabla de posiciones con dos puntos logrados por igual número de empates y cuatro derrotas en la clasificación al Mundial de Fútbol, también es consecuencia que se cuenta con una deplorable dirigencia en la Federación Peruana de ese deporte.
No tenemos jugadores que puedan hacer frente a los buenos equipos sudamericanos. Pero ahora traemos como tema el aspecto dirigencial que ha contratado a un entrenador que no da la talla para dirigir selecciones. Todos lo hemos comprobado con las alineaciones que envió al campo de juego.
La terquedad y ceguera de Juan Reynoso para reconocer sus errores y enmendar sus planteamientos de juego y sobre todo a no querer RENUNCIAR al cargo, ha llevado a nuestra selección hasta el sótano de la tabla de posiciones y ser una vergüenza mundial. La falta de dignidad de Reynoso al no declinar, como lo hizo su colega de Chile, es una constante también del 99% de las autoridades locales: gente mediocre enquistada en sus puestos sin ningún mérito. Los verdaderos culpables de esta situación son los dirigentes de la Federación Peruana de Fútbol con Agustín Lozano Saavedra a la cabeza, quien reemplazó a Edwin Oviedo tras su captura y encarcelación por sus vínculos con bandas de crimen y corrupción organizada.
Lozano no es ajeno a investigaciones fiscales. En setiembre del año pasado la Fiscalía de la Nación inició investigación por la posible comisión del delito de enriquecimiento ilícito, en su calidad de exalcalde del distrito de Chongoyape, provincia de Ferreñafe, región Lambayeque.
El 15 de diciembre del 2022 la Fiscalía abrió otra investigación contra Lozano y 12 integrantes de la Federación Peruana de Fútbol, por la presunta comisión de los delitos de extorsión, coacción y organización criminal, a raíz de la denuncia presentada por Óscar Romero, titular de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional (ADFP) por la negociación de los derechos televisivos del campeonato denominado Liga 1.
A causa de esta investigación el 2 de marzo de este año, la Fiscalía y la Policía Nacional del Perú allanaron las instalaciones de la FPF de la Videna, debido a que la FPF se negó a entregar documentos solicitados.
De Lozano no se conoce experiencia laboral. Es ingeniero agrónomo y fue alcalde distrital. Se estima que como presidente de la FPF gana unos 10 mil dólares mensuales, o sea 35 800 soles aproximadamente.
¿Y quiénes eligen al presidente de la FPF? Lo eligen los presidentes de las 25 ligas departamentales (la mayoría sin oficio ni trabajo) y los representantes de los clubes profesionales.
Lozano, al igual que sus antecesores, son intocables ni pueden ser intervenidos por el Estado: se rigen por la normativa de la FIFA (otra entidad cuestionada por malos manejos económicos).
En conclusión, a estos dirigentes no les interesa la selección nacional ni el sentimiento de más de 33 millones de aficionados peruanos. Cuidan sus ingresos para sus jugosos sueldos y por ello contrataron a un entrenador que solo está para dirigir clubes que tiene un sueldo estimado en 1 millón 500 dólares al año versus los 3 millones 700 mil dólares que ganaba Gareca, quien clasificó a Perú al Mundial de Rusia y fue subcampeón de la Copa América en el 2019. Esta es nuestra triste realidad.