Los Gobiernos Regionales y las unidades ejecutoras gozan de autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de su competencia, la reestructuración administrativa se sustenta en la Ley Marco de Modernización de la Gestión del Estado, Ley del Servicio Civil y la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales, lo cual establece que el Consejo Regional mediante ordenanza puede aprobar, modificar o derogar normas internas que regulan competencias y funciones del Gobierno Regional y sus Unidades Ejecutoras.

Los Gobiernos Regionales y sus dependencias operativas de las Direcciones Regionales, lo que buscan es la rentabilidad social, sirviendo al ciudadano al menor costo posible y respondiendo a fines no lucrativos, lo que debe sustentarse en un aspecto técnico y no político, en consecuencia, se debe pensar en un enfoque de Gerencia Social, que implica la interrelación de tres campos de análisis y acción: Desarrollo Social, Gerencia Publica y Políticas Públicas. Esto implica además seleccionar y evaluar recursos humanos con perfiles y competencias que se adecuen a los lineamientos estratégicos del sector regional.

Cuando hablamos de Reestructuración Administrativa nos referimos a rediseñar la estructura orgánica haciendo los cambios necesarios para lograr la eficacia, productividad y competitividad, modificando funciones, estructuras y cargos, sin reducir los recursos humanos, consecuentemente la modificación de los instrumentos internos de gestión y la aplicación de nuevas herramientas TIC.

El enfoque territorial y social debe ser un elemento que debe primar en los Gobiernos Regionales, para atender de manera eficaz las demandas de desarrollo regional, para lo cual se deben adoptar medidas drásticas orientadas a la Modernización de la Gestión Pública, de lo contrario siempre estaremos esperando que se adopten los cambios desde el Gobierno Nacional, lo que carecemos es la falta de políticos y profesionales con visión de desarrollo,  vocación de servicio y que tomen decisiones correctas.