El Jr. San Martín pareciera ser una gigantesca mantona que serpentea desde la ahora entrada a la ciudad, hasta salir por la carretera que lleva a Shanao. Precisamente al final de la cuadra diez de dicho jirón existe una bifurcación pues la calle se corta en el Jr. Reynaldo Bartra Díaz, en el punto donde antaño se ubicaba la casa comercial Julio Chung C°, que se mantuvo hasta los años ochenta, y fue un tremendo emporio comercial. Entonces, zigzaguea hacia la izquierda con el mismo nombre, y por la derecha, también zigzagueando y en paralelo, se encuentra el Jr, Chiclayo, en cuya esquina con el Jirón Bartra, ya indicado, está Artesanías El Indano, de don Leónidas Linares Soria, donde podemos encontrar esos preparados que forman parte de la medicina alternativa, pues ahí tenemos el conocido ´levantamuertos´, para esos “mañaneros”.
La plaza mayor es pequeña pero nos transmite un aire de intimidad, reflejo del espíritu de la ciudad, con sus pobladores alegres y simplones, como característico es su sentido del humor. En el perímetro de la plaza se encuentran la iglesia mayor, el palacio municipal, el Banco de la Nación, y locales de venta de comida. En el obelisco, que se encuentra en una de las esquinas, se han registrado los nombres de sus héroes Reynaldo Bartra Díaz, Santiago Tapullima Pashanase, Eladio Tapullima Tuanama, Marcos Mori Ríos y Santos Salas Yshuiza, quienes se sacrificaron por la Patria en los conflictos con Ecuador y Colombia.
Su fundación española data del 10 de octubre de 1656, con el nombre de “Ciudad del Triunfo de la Santa Cruz de los Motilones de Lamas”, por el Capitán Martín de la Riva y Herrera, en cuyo honor el colegio emblemático de la ciudad lleva su nombre. Los pobladores Kechuas son también conocidos como motilones, lamistos o filabotones, gentilicios que no se aplican a los wiracuchas, quienes se consideran solo ´lameños´, aunque ahora encontramos una comunidad más integrada.
En los últimos años Lamas ha mejorado sus servicios turísticos, especialmente de comida y alojamiento, que han dejado de ser marginales, más aún para una ciudad cuya fama es mundial, pues se han creado más establecimientos gastronómicos y el turista puede elegir. He almorzado en “El Abuelo Felipe”, uno de los más representativos de la ciudad, donde se siente el espíritu de familia. Aparte del ya mencionado “Joralgi”, hoy se tiene el moderno hotel Lamas Suites.
Pero la descripción de Lamas será incompleta si no mencionamos a sus literatos, a sus creadores simplones y originales, a sus personajes emblemáticos, a los que hicieron historia, a los hombres y mujeres de sus barrios, a los que forman parte de sus querencias de pueblo ya universal. En las próximas crónicas seguiré describiendo las semblanzas sobre la bella ciudad de Lamas. Contaremos esos ya famosos ´chistes lamistos´, que se han hecho proverbiales; pero, como dicen: nadie los cuenta mejor como los propios lamistos; perdón, los lameños, como mi tío Aquiles Tello Flores, a quien le deseo la mejor de las suertes en este momento tan difícil. (Continuará).