Esperamos que lo más pronto posible, tal como lo ordena la norma, los candidatos empiecen a retirar sus rostros de las calles. Aquellos que tanto nos hablaron de urbanismo, hoy mantienen a nuestras ciudades con el recuerdo de su victoria o su derrota.
Es hora que empecemos a exigirles a aquellos que tanto nos hablaron que solucionarán los problemas de la ciudad y que de momento siguen generando una contaminación visual impresionante.
Esperemos que ayuden en lo inmediato a limpiar a las ciudades de la región de su propaganda política y de lo contrario, los candidatos y organizaciones políticas deberían ser multadas para evitar que hechos de esta naturaleza vuelvan a suceder.
Los candidatos al pintar las paredes, debían haber guardado presupuestos para librarlas de la contaminación que generaron.
Esperamos realmente que en los próximos días empiecen dando el ejemplo, sino sus deseos serán pura demagogia.