APEC, corresponde a las siglas de “Asia-Pacific Economic Cooperation”, que en español corresponde al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico. Efectivamente se trata de un foro multilateral creado en 1989, con el fin de consolidar el crecimiento y la prosperidad de los países de la cuenca del Océano Pacífico que suman 21 economías; trata además temas relacionados con el intercambio comercial, coordinación económica y cooperación entre sus integrantes.
El hecho es que los acuerdos del APEC no tienen carácter vinculante, para algunos ahí reside su acierto, para otros la viveza, especialmente de los países, cuyas actividades, extrativistas e industriales, son responsables del mayor impacto al medio ambiente, EE.UU y China, que como se sabe reiteradamente se niegan a suscribir los compromisos en las COPs (Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).
Entonces, si los acuerdos de la APEC no tiene carácter vinculante, ¿podemos tener confianza en el cumplimiento de por lo menos del lema de esta APEC que es “crecimiento de calidad y desarrollo humano”?
No se trata de ser pesimistas, hay que ser realistas, y esa nos indica que la suma del Producto Nacional Bruto de las veintiuna economías que conforman el APEC equivale al 56 % de la producción mundial, en tanto que en su conjunto representan el 46 % del comercio global, el Perú tiene que ser audaz para imponerse y sacar ventaja.
Así que hay que darle el beneficio de la duda a lo publicado por RPP que con sugerente interrogante, se pregunta ¿qué beneficios ha tenido Perú?, y continúa, esta es una herramienta para que nuestro país fortalezca relaciones comerciales y de inversión con otros países participantes. “Desde que el Perú ingresó al APEC en el año 98, el comercio nuestro con la región ha crecido un volumen del 12% anual y el 60 % de nuestras exportaciones e importaciones vienen de esa región”.
Y si de negocios y mercado se trata, bienvenidos, pero con dignidad, sin atropellar derechos laborales, respetando el medio ambiente y priorizando la deuda social que padecemos internamente.