Pueblos originarios exigen al MINSA declaratoria de emergencia sanitaria por tos ferina y otras enfermedades endémicas
“En el Datem del Marañón (Loreto), más de 50 infantes indígenas han muerto este año a causa de la tos ferina y enfermedades prevenibles sin atención médica”, señala AIDESEP
Más de 50 niños y niñas indígenas han fallecido en lo que va del año en la provincia de Datem del Marañón (Loreto) a causa de la tos ferina y otras enfermedades prevenibles que no reciben atención médica oportuna, denunció la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP).
Las siete naciones originarias (Achuar, Kandozi, Chapra, Wampis, Awajún, Kichwa y Shawi), junto con la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas (CORPI) y AIDESEP exigen al Ministerio de Salud (MINSA) declarar de manera inmediata la emergencia sanitaria en Datem del Marañón y adoptar acciones urgentes para evitar más muertes infantiles.

En un pronunciamiento público, publicado en las redes sociales de AIDESEP, las organizaciones indígenas solicitan al nuevo ministro de Salud, Luis Quiroz, corregir los “atropellos y omisiones” del exministro César Vásquez, y priorizar la atención sanitaria en esta provincia, que, según señalan, “se ha convertido en una zona de sacrificio para las niñas y niños”.
“Si no mueren por tos convulsiva, mueren por enfermedades prevenibles, sin diagnóstico, sin medicinas y sin atención médica”, señala el documento.
Según el reporte de las comunidades, solo en el primer semestre de 2025 han fallecido más de 50 menores: 39 en comunidades Achuar, 08 en Chapra y 04 en Shawi, la mayoría de ellos de apenas unos meses de edad. “Los que sobreviven pasan semanas asfixiándose y sufriendo con la tos convulsiva. Estas pérdidas son consecuencia directa de la desatención crónica en salud que padecemos”, denuncian.
Las organizaciones responsabilizan tanto al Gobierno Nacional como al Gobierno Regional de Loreto por la falta de respuesta efectiva ante esta crisis sanitaria. Aseguran que el sistema de vacunación en las comunidades es deficiente y que más de 20 equipos de cadena de frío se encuentran inoperativos, lo que compromete la conservación de las vacunas.

Asimismo, cuestionan que las autoridades “prefieran ocultar la verdad” y sostengan falsamente que el brote de tos ferina está controlado, cuando “los niños siguen muriendo”.
Los representantes indígenas denuncian además las precarias condiciones de acceso a los servicios de salud: en muchos casos, las familias deben cargar a los niños enfermos y caminar entre 8 y 12 horas para llegar a un puesto médico, donde no hay medicinas ni implementos básicos. Los establecimientos no cuentan con embarcaciones ni combustible para traslados de emergencia, y hasta la fecha no se ha implementado un puente aéreo para atender casos graves.
Finalmente, las organizaciones exhortaron al MINSA y al Gobierno Regional de Loreto a considerar los hallazgos del Informe de Visita de Control N º 005-2025 del Órgano de Control Institucional (OCI) de la Gerencia Regional de Salud, así como del Informe de Control Simultáneo de la Contraloría General de la República, los cuales evidencian la falta de capacidad operativa y de respuesta del sector Salud frente al brote de tos ferina.

Esta es una enfermedad altamente contagiosa.
Lorena Dueñas, pediatra infectóloga, menciona que la causa una bacteria llamada bordetella pertussis y que al principio es como cualquier gripe que, al quinto o sexto día, se convierte en una tos convulsiva. En los niños puede ser mortal, ya que puede causar falta de oxígeno y derivar en una neumonía. “Una persona enferma es capaz de contagiar entre 12 y 14 personas más. Con la Covid-19 una persona enferma contagiaba solo a tres o cuatro personas”, menciona Dueñas.
Guillermo Sundi también es testigo de esta problemática. Señala que la falta de cadenas de frío, de motores y movilidad adecuada en la zona, hace necesario una declaratoria de emergencia sanitaria que aún no llega. Con esto, el enfermero y líder Kandozi, espera una pronta solución. “La declaratoria de emergencia implicaría la reposición de la cadena de frío; mayores recursos humanos, profesionales; y también mejorar la infraestructura de los establecimientos de salud que en estos momentos se encuentran en pésimas condiciones”, señala Sundi.



