La huelga indefinida que acatan médicos y enfermeros de EsSalud en todo el país cumplió ayer seis días, con fuertes cuestionamientos al proyecto de ley 1666, al que acusan de poner en riesgo la autonomía y los recursos de la institución. Los manifestantes exigen al Congreso de la República una respuesta inmediata frente a sus reclamos.

En Tarapoto, Eliseo Ramón Paredes del Águila, secretario general del Sindicato de Enfermeros base Tarapoto, señaló que la protesta se mantendrá hasta que el dictamen sea retirado de la agenda parlamentaria. El dirigente aseguró que la crisis del Seguro Social no se debe a los trabajadores, sino a la mala gestión de funcionarios designados por intereses políticos.

“Los gerentes nacionales no cumplen con los perfiles técnicos y son nombrados por decisiones políticas antes que por meritocracia. Eso ha generado corrupción y un uso inadecuado de los recursos”, manifestó Paredes. En ese sentido, instó al Congreso a excluir el dictamen en la sesión prevista para el miércoles 17 de septiembre.

La paralización viene generando complicaciones en la atención hospitalaria, sobre todo en cirugías y procedimientos programados. No obstante, los servicios de emergencia y áreas críticas continúan funcionando, aunque con sobrecarga y presión hacia el personal contratado bajo modalidad de terceros.

El Sindicato Nacional de Enfermeros adelantó que las medidas de lucha seguirán firmes mientras no haya una derogatoria. Advirtieron que el problema de EsSalud se agudiza con el paso de los días y que son los miles de asegurados quienes soportan la falta de atención oportuna. Por: Hugo Anteparra