Para nadie es un secreto que la minería ilegal daña el entorno natural del país y el mundo. También es sabido que usa el mercurio en sus actividades. Este metal es un insumo letal en manos de la minería ilegal y ello no puede ser obviado por autoridades y población.
Precisemos conceptos. La minería ilegal consiste en la exploración, extracción y explotación de recursos minerales en zonas no permitidas por la ley. Estos pueden ser cuerpos de agua (ríos, quebradas, cochas), áreas naturales protegidas, sitios arqueológicos, zonas urbanas, etc. Además, usa mercurio y maquinaria no autorizada para la pequeña minería o minería artesanal.
Cabe citar que los mineros ilegales no cumplen con las exigencias administrativas, técnicas, sociales y ambientales. Así lo define el Decreto Legislativo 1105. Por tanto, son sujetos de interdicción. Su actividad está penada con pena privativa de la libertad de entre cuatro y ocho años, más día-multa.
El mercurio elemental y el metilmercurio son tóxicos para el sistema nervioso central y el periférico. La inhalación de vapor de mercurio es perjudicial para el sistema nervioso e inmunitario, el aparato digestivo y los pulmones y riñones, con consecuencias fatales.
Este trabajo con el mercurio tiene lugar al aire libre. Además, el proceso libera vapor y ello genera un gran perjuicio a la persona que realiza la actividad. Los daños a la salud también se extienden a otras personas que se sitúen en zonas cercanas. Sin embargo, su efecto nocivo no queda allí.
Seguidamente, el gas originado por la evaporación se condensa e introduce en los suelos y cuerpos de agua. Esto se presenta una vez que esta emanación se haya enfriado. Con esta expansión en terrenos de la zona se contaminan ríos, animales, plantas, etc., que puedan encontrarse alrededor.
Varias regiones del Perú son castigadas por el uso del mercurio en actividades ilícitas. Sabido es que en los últimos años el precio del oro en el mercado mundial se elevó y ello incrementó su explotación ilegal. Un caso emblemático en la región Madre de Dios es La Pampa.