Resulta risible ver cómo es que se quiere desviar el tema de fondo que realmente debería importar, como es el presunto negociado que se deja escuchar en el “audio de la vergüenza” que tiene como protagonista a un tal Víctor Isla y presuntamente (aunque es bastante claro) al alcalde de Tarapoto Walter Grundel.
El excongresista Víctor Isla, ha negado, en todos los idiomas, por todos los medios de comunicación que ha podido, que es un audio trucho, que existe un imitador (muy bueno de por cierto) que por dañar su imagen se hizo pasar por él, para intentar negociar con el ingenuo alcalde de Tarapoto obras que podrán beneficiar a los interlocutores.
Isla indica que se trata de una organización criminal (otra más), que lo único que busca es extorsionar, y se dedica a suplantar a autoridades por lo que pidió al mismísimo fiscal de la Nación que actúe con inmediatez.
Quien hasta ahora no dice nada (pero que ya actúa), es el alcalde de Tarapoto Walter Grundel, pues con la presentación de una denuncia por extorsión y chantaje a un ciudadano yurimagüino, nos hace preguntarnos, ¿por qué recién hoy?, si a decir de uno de sus hombres de confianza, que es como su hijo, ya conocían el tema del audio hace muchos años.
Y lo que hace el primer regidor Manuel Nieves, al lanzar la piedra, indicando que el 90% de periodistas pasaron por su oficina, para ¿pedir préstamos?, no preocupa, por lo que dice, sino por la forma burda cómo es que se quiere desviar el tema de fondo que es el negociado del que se habla en el “audio de la vergüenza”. Si va a lanzar una piedra, no esconda la mano y así como dice
que es nuestra autoridad nos guste o no, sería bueno que se comporte como tal, viendo los intereses de los tarapotinos y no solo de una persona.
Cada cosa en su momento, si ahora tratan de mezclar papas con camotes, lo único que están haciendo es mostrar su desesperación… Claro que sí queremos saber quiénes se han quedado con “los préstamos”, claro que sí queremos saber quién intenta extorsionar, pero claro que queremos saber cómo colocar el imán… pero sobre todas las cosas queremos que sepan que de idiotas no tenemos nada.