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lunes, diciembre 2, 2024
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Mi Madre y mi Maestra

Mi Madre y mi Maestra

El jueves 09 y domingo 12 de mayo son dos fechas significativas, la primera para miles de personas que homenajean a la nuestra querida Maestra Hon. S. Ch. Contadora María Nilda Cerf Arbulú, Símbolo Viviente de la Mujer en la Iniciación Mayor y la segunda para gran parte del mundo que homenajea a las Madres. Expreso pues aquí mi amoroso saludo a todas las madres (en especial a mi amada madre Adela, mi amada esposa Joy, mis hermanas Vania y Carolina y mi suegra Manuelita).

De mi madre quiero expresar que agradezco su gran sentido protector y vigilante de todos mis pasos en la vida. Asimismo que me haya formado vivientemente en el sentido del orden y la limpieza desde saber forrar mis libros hasta la lucha contra el desorden y el polvo inexorables. Le agradezco el hábito de la lectura y del estudio (siempre tiene un buen libro leyendo acuciosamente cada día) a ella le debo tener en mi bagaje cultural la lectura de los mejores libros de la vida. Recuerdo aquí mi infancia leyendo desde las fábulas de Esopo y “El Principito”, pasando por la terrorífica “Divina Comedia” y el asombroso  Ramayana, hasta los Propósitos Psicológicos del Dr. Serge Raynaud de la Ferrière y los Paramitas del Dr. David Juan Ferriz Olivares. Mi madre me ha trasmitido el sentido de unirme a lo Sagrado –un sentido tan devaluado hoy en día- amando la naturaleza, la mística universal, el altruismo y unidad espiritual con el prójimo sin diferencias de cualquier tipo.

Ella fue –ahora es cesante- una gran maestra en su escuela, con un profundo sentido humanista y de amor a los menos favorecidos. Primer puesto en sus estudios (entró a trabajar por concurso magisterial ganando el primer lugar) también es una gran artista en la confección de ropas.

Finalmente agradezco a ella recordarme siempre que me esfuerce por “completar el círculo” (terminar aquello que comienzo). Su mística del simbolismo universal e intuición, por contagiarme el gusto por la hermosa música de ABBA, Waldo de los Ríos, y del “Jesucristo Superstar”. Por enseñarme a ser un caminante (en el sentido físico y mental) y peregrinar conmigo. Por el buen hábito de bañarme todos los días al levantarme. Por sus deliciosas comidas criollas, su “exclusivo” (con coco y pasas) arroz con leche, su arroz con aceitunas, tallarín rojo y verde. Seguramente  olvido mucho más que agradecerle, pero por ahora diré que la amo inmensa y profundamente. Gracias por todo madre mía.

Otro de los seres especiales que bendicen mi vida es mi querida y Honorable Maestra de sabiduría María Nilda Cerf Arbulú. Al pensar en ella, inmediatamente recuerdo aquel pensamiento tan profundo del Dr. Serge Raynaud de la Ferrière que dice: “¿Puede uno imaginarse lo que es la Ofrenda constante de un Maestro, cuyas vibraciones están totalmente por encima de los planos humanos y que consiente la repetición diaria de los gestos rutinarios de cada individuo?”

Agradezco a Dios haberme permitido en esta vida seguir vivientemente a tan preciosos seres como mi Maestra María Nilda Cerf Arbulú (nacida en Cusco el 09 de mayo de 1953). Su grandeza y altura de alma. Su sensibilidad humana y trascendental para FORMAR a los seres que se acercan a ella. Su dimensión y esfuerzo sobrehumanos para llevar adelante -durante más de cuarenta años ya- la Misión de su vida unida a la gran Misión del Saber de su Maestre el Dr. David Juan Ferriz Olivares. Su labor constante, consagrada y sabia como Presidenta- Fundadora de la Fundación ELIC-Escuelas Libres de Investigación Científica para Niños desde 1977 (36 años ya). Su sabia conducción (junto con su condiscípulo el querido y Honorable Maestro matemático José Miguel Esborronda Andrade) de todas las Fundaciones mundiales del Saber creadas por su Maestre en base al pensamiento del insigne Dr. Serge Raynaud de la Ferrière.

Y sin embargo, ella nos ilumina con su enseñanza viviente cada día pero también con su Conciencia de Vida, vitalidad, jovialidad, sonrisa que nutre a quienes la aprecian, su paz que inspira equilibrio en quienes la rodean, su gran compasión y humanismo, su mirada inconmensurable que escruta las almas, su alma milenaria que ha vivido tantas experiencias insondables. Mi maestra es una Discípula a carta cabal, fiel hasta en su esencia ontológica; esto recuerda aquel pensamiento de su Maestre acerca de la vivencia de un verdadero discípulo: “No solamente hay que obedecer, hay que imitar sus realidades esenciales y superiores, como bien dicen los psicólogos Jean Piaget y Gabriel Tarde, una imitación comportamental, una percepción de la realidad como enseña el Discipulado de la Jñana [Jñana= Saber, Conciencia de Vida] que va produciendo un acomodamiento al mundo exterior, consciencial y existencialmente, como los bhumis [Estados de Existencia de la Jñana], lo cual no impide llegar a la propia autenticidad y al encuentro con la verdadera ecceidad (hecceidad) de la Misión a cumplir para el descubrimiento del hombre trascendental.”

Ella posee asimismo la fuerza de un escudo poderoso para proteger y salvaguardar las cosas fundamentales y esenciales para el futuro de la gran Misión del Saber legada por su Maestro. Su celo discipular permitirá la perennidad de esta magna obra mundial para el bien de la humanidad presente y futura. ¡Que Dios la guarde!

 

 

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