
Hola mis queridos amigos y lectores de miércoles otra vez estamos de vuelta con la intención de estar cerca de ustedes de la injusticia social y sobre todo sacar traslucir de los más dejados, de los más débiles y eso de manera sustancial nos hierbe la sangre humana cuando observamos cada negociación y no se nota el avance en el campo.
Desde mi infancia en la ciudad más intranquila de la selva, Tocache observaba de infante la palidez humana de los sicarios colombianos droga, narcotráfico, prostitución, terrorismo y todos los vicios de ese entonces ochentero. Hoy me encuentro por unos días y podemos decir adiós al “Modelos San Martín es un fracaso.
Pues me interesa y expulso la rabia en poder recordar la “pendejada” y el abandono en nuestros hombres del campo. El modelo San Martín es una farsa, simplemente se dejó más de 30 años de aplicación del modelo de desarrollo alternativo en sus distintas versiones, y ahora nos encontramos bajo la Declaración Política y el Plan de Acción 2009. Dadas las circunstancias en las que el propio Estado peruano, especialmente durante las administraciones García y en ese entonces Humala, en la que las posiciones conservadoras provenientes de ONG financiadas por USAID, se han adueñado de la gestión en DEVIDA, encontramos que se presenta el “Modelo San Martín”, como un modelo exitoso de la Política de Reducción de la Oferta. Esta política está basada en una errónea medición de áreas erradicadas que en el caso de San Martín fue de 3,700 has anuales, y no de indicadores socio económicos más específicos, para eliminar pobreza extrema y el hambre. Es el eje de la política de EE.UU. en la región Andina. Por ello es necesario hacer las siguientes aclaraciones para entender la complejidad del problema y las limitaciones del mencionado modelo, pese a que efectivamente logró resultados importantes en el período 2001/2010.
Pues me molesta que el “Modelo San Martín” ha sido hecho en gran parte, con recursos propios del Estado peruano (79% ) y la asistencia internacional ha sido minoritaria. Fue consecuencia de buenas condiciones (cambio patrón narcotráfico en el Perú -efecto globo-, buenos precios internacionales, trayectoria del movimiento social y un buen gobierno regional), las cuales permitieron el auge del cacao de esa Región; no es aplicable al VRAEM, principal región cocalera en la actualidad. Por ello hay la necesidad de medir las consecuencias de los TLC y otros acuerdos comerciales, en relación a las zonas cocaleras, por ejemplo. Sin embargo todo ello al hombre del campo es un fracaso y abandono y con mucha preocupación en ese esquema DEVIDA, regresa nuevamente a Tocache se siente que ha sido un fracaso.
Hay todo un escenario negativo al hombre del campo la dependencia a los cuatro monocultivos (cacao, café, palmito, palma aceitera) tiene varios problemas. Uno, la volatilidad de precios internacionales; otro, su real capacidad para enfrentar la pobreza rural en valles cocaleros (menos de 0.5% de ganancias del narcotráfico), donde se producen varios problemas (indicadores) y dependencia a Programas Sociales del gobierno.
Un ejemplo ha sido la capacidad de prever y contener las afectaciones del café y cacao por la roya (2014), o las consecuencias de inundar la selva amazónica de palma aceitera, arrasando así con bosques primarios. La Selva Alta y el VRAEM en particular, no tienen condiciones aptas para la agricultura intensiva, mucho menos de ‘mono cultivos’ como los que sustenta el “modelo San Martín”. Uno se pregunta, por ejemplo, si hay responsabilidad en los paquetes de impulso al cacao promovidos por AID y sus ejecutores (Winrock, Chemonics), de no haber previsto las consecuencias de la roya que ahora afecta al 60% de cultivos a nivel nacional. No molesten ese modelo es un cuento más chino que Fujimori.
El problema fundamental de la dependencia a los programas de “cero coca” que mantiene la cooperación norteamericana; implican una carga muy fuerte para la economía campesina; esto se refiere a la secuencia correcta de la reducción de coca como resultado del Desarrollo Alternativo. y no al revés, como ya lo indicaba el Plan de Acción UNGASS, 1998. Por su parte, el Plan de Acción 2009 señalaba: “Cuando se considere adoptar medidas de erradicación, los estados miembros deben garantizar que las familias de pequeños agricultores han adoptado los medios de subsistencia viables y sostenibles, para que las medidas puedan ser secuenciadas adecuadamente”. Esto no ha sido así, en varios casos.
El problema de los cultivos de coca en el Perú ha empeorado en los últimos cinco años, como consecuencia del pobre manejo institucional, falta de flexibilidad para enfrentar los crecimientos regionales, dependencia financiera a EE.UU. y poca claridad en el Gobierno nacional. En ese contexto, los éxitos del modelo se reducen en el contexto nacional del Perú. En conclusión, ese modelo que tanto se habla es un fracaso y un engaño para ganar dinero a costas del agricultor, con mentir vamos a ayudar a su parcela de escuela de campo que es insuficiente, con técnicos e ingenieros “mentirosos” y “ladrones” que se roban muchas veces los insumos de insecticidas y abonos que son desproporcionado para la práctica agrícola. Basta de pendejadas políticas y sociales debemos de ser certeros en los programas sin realidad y lo siento como agricultor llora en silencio por el gran abandono del estado a la agricultura.