
Juanjui. Cansados de tantos ruidos molestos, las asociaciones de motocarristas de Juanjuí han pedido a la autoridad municipal interceder ante la Policía Nacional para que ejerza un estricto control sobre los vehículos que producen sonidos que sobrepasan los niveles permitidos, y no solamente se circunscriban a poner sanciones y multas al común de los conductores, habiendo tantos locos del volante que aten tan contra la seguridad y tranquilidad de la población.
Tras el diálogo donde estuvo un representante policial se llegó a la conclusión que urge la instalación de una unidad de control de estos conductores que perturban la tranquilidad pública con el consiguiente perjuicio que esto ocasiona a las personas, especialmente a los de la tercera edad.
Es común ver a jovenzuelos conductores en Juanjuí burlarse de los efectivos policiales; pues en sus narices pasan a toda velocidad y con estridencia sin que tomen medidas drásticas como si lo hacen con los legales conductores cuando incurren por descuido en infracciones leves.
A petición de los mototaxistas la Policía debe combatir con severidad implantando tolerancia cero a los volantes de motocicletas y motocars que utilizan tubos de escape que causan ruidos infernales.
Exigieron la instalación de equipos de dopaje etílico en Juanjuí, para que el proceso de alcoholemia se agilice y no trunque el trabajo de los asociados en caso de accidentes; puesto que cuando se producen percances lamentables, las muestras de sangre tienen que ser trasladadas a Tarapoto, donde demoran hasta más de diez días para dar a conocer los resultados y que se prestan a muchas suspicacias como cuando en varios casos en Juanjuí, las víctimas atropelladas por conductores ebrios resultaron con alcohol en la sangre.
También pidieron prohibir el comercio ambulatorio en el jirón Leticia contiguo a los mercados, para que esta sea una zona libre para el acceso de peatones, a lo que el alcalde respondió que estudiará esta petición para ver donde se reubica a los ambulantes y no perjudicarles en su derecho al trabajo, que para muchos es su única fuente de ingresos.
(Carlo Augusto)