La buena gobernanza, basada en una gestión responsable, ética y transparente, impacta directamente en el bienestar de toda la sociedad. En la Amazonía peruana, donde los desafíos son múltiples y complejos, fortalecer el Estado de derecho con principios éticos y una visión multidisciplinaria resulta esencial para construir un entorno estable, justo y seguro.
Con esa convicción, el Colectivo Moyobamba 500 años (M500) impulsa diversas acciones estratégicas orientadas al desarrollo sostenible de la región San Martín, incorporando indicadores y metas verificables que aseguren una gestión pública eficiente y orientada al bien común.
Durante las décadas de 1970 y 1980, el progreso de los pueblos amazónicos fue fruto del esfuerzo comunitario. Las jornadas comunales, las instituciones locales y las tradicionales “polladas” permitieron construir escuelas, caminos y espacios públicos. Era una época en que el trabajo solidario era el motor del desarrollo, aunque aún no se hablaba de “gobernanza”.
Con la llegada de la globalización, el concepto de gobernanza cobró fuerza como eje del discurso político y de gestión, promoviendo un cambio en el liderazgo tradicional y colocando a la sociedad civil como socia activa del Estado. Sin embargo, la corrupción, arraigada en distintos niveles del poder, debilitó ese ideal.
Frente a ello, el Colectivo M500 retoma el espíritu colaborativo de antaño, demostrando que con diálogo, transparencia y asistencia técnica es posible consolidar procesos de desarrollo legítimos y sostenibles.

El Colectivo Moyobamba 500 años no es solo un grupo consultivo: es un motor ético que impulsa la transparencia y la rendición de cuentas. A través de la formulación de proyectos con indicadores verificables, M500 promueve la correcta aplicación de los recursos públicos y una gestión técnica de calidad. Su rol como observador ciudadano contribuye a reducir los espacios para la discrecionalidad y el uso indebido del presupuesto estatal, fomentando una cultura de integridad y responsabilidad en la administración pública.
Uno de los ejemplos más concretos de gobernanza en acción es el proyecto del Parque Lineal del Río Mayo, que busca revalorizar uno de los patrimonios naturales más emblemáticos de Moyobamba. Hace seis años surgió la propuesta de conectar los puertos de Tahuishco y Juan Antonio, con la participación de la sociedad civil, universidades, la Iglesia y entidades estatales. A partir de esa visión, la iniciativa evolucionó hacia la creación de un parque lineal que combine el uso recreativo y ambiental del río, junto con la reforestación de su franja marginal.
Hoy, este proyecto avanza mediante un modelo de colaboración entre los tres niveles de gobierno y la ciudadanía organizada, mostrando cómo la gobernanza puede articular voluntades diversas para generar bienestar común. El Parque Lineal Juan Antonio deberá cumplir estrictamente las regulaciones legales y ambientales, sustentadas en estudios técnicos que garanticen una intervención responsable. La comunidad será la principal beneficiaria de esta obra que une naturaleza, identidad y desarrollo urbano.
La voluntad política es el pilar del cambio. La gobernanza solo es efectiva cuando existe disposición para servir y no servirse del poder. Superar los intereses particulares exige compromiso y liderazgo ético. En este escenario, la sociedad civil organizada, representada por el Colectivo M500, se convierte en un contrapeso necesario para asegurar que las autoridades electas cumplan con su deber: trabajar por el bienestar colectivo y no por beneficios individuales.
La Amazonía peruana necesita más que discursos: requiere decisiones responsables, gestión técnica y participación ciudadana real. Solo así la gobernanza responsable podrá consolidarse como el verdadero eje del bienestar y desarrollo sostenible en nuestra región.



