Cuando tengamos que seguir dando cuenta de intentos de feminicidios, lo seguiremos haciendo y es que es importante que pongamos los ojos, las manos y hasta el corazón en estos temas que se ha vuelto un grave problema social y de salud mental en nuestro país.
La historia de Marlith y Norith, madre que al intentar defender a su hija, fue agredida a machetazos, igual sanguinaria consecuencia sufrió Norith, pues Líder su expareja, se enfureció por no querer retomar una relación que ya había concluído.
Es muy preocupante lo que sucede, una y otra vez en nuestro país, mujeres a quienes intentan matar, porque sus exparejas no soportan ni idealizan una vida alejadas de ellas.
La salud mental debe ser uno de los temas que debe tratarse en nuestro país, pues todo este problema se inicia por falta de autoestima, ya que relaciones tóxicas pueden tener finales fatales.
En el caso de Norith y Marlith, el agresor al ver la monstruosidad que hizo intentó acabar con su vida. Quiso matar a la mujer que creía amar, y al darse cuenta de su terrible accionar, se le ocurrió terminar de esa manera.
Ahora tenemos a tres personas en estado grave en el hospital, por una mala decisión y por no saber manejar emociones.
Las necesidades de profesionales en salud mental se incrementan y no solamente en los hospitales, también en las instituciones educativas, para que, desde pequeñas las personas puedan determinar y analizar las consecuencias de sus actos.
Que no sea la muerte la que nos avise, otra vez, lo mal que estamos en este tema. Tomemos acciones ya.