Suelo visitar algunas entidades públicas de todos los niveles gubernativos con la finalidad de darles sugerencias para un mejor desarrollo institucional y hablo con sus gerentes –de quienes siempre se supone que son los más calificados para desempeñar esas funciones–. En lo que va de este periodo gubernativo me he entrevistado con varios de ellos, tanto alcaldes como gerentes municipales y, para no variar –como si fuera la misma normalidad–, generalmente me dicen: o no tienen plata para realizar un taller, que ellos se llevan bien con su gente, que ya la gestión también lo había pensado, etc.
La semana pasada dicté un taller en la Municipalidad Distrital de Chazuta dentro del marco del fortalecimiento de capacidades del personal y salió estupendo, dicen. Lo extraordinario del caso es que lo hice por una invitación del señor alcalde, don Walter Sangama Saurín y del gerente municipal, el CPC Gunther Delgado Ríos, quienes, después de leer varios de los artículos sobre el tema de la gestión pública que publico en el diario VOCES, me pidieron que les presente una propuesta y así lo hice.
Es una regla general que los “lideres” o gestores públicos le tienen terror a las capacitaciones del personal que trabaja con ellos, comenzando que, en vez de considerarlo una inversión, lo ven como un gasto. Un gerente municipal dijo: “No podemos gastar en esas cosas”. Y esto ocurre por un error de paradigmas: no les interesa su personal, por lo que muchas entidades públicas son barriles de pólvora pronto a explosionar. Existen alcaldes, directores regionales, gerentes, etc., que jamás han conocido todas sus oficinas ni se han vinculado con la gente. Se han olvidado del verdadero rol que se les ha encargado, ya sea por una elección popular, o por una designación administrativa. Aquí está la razón principal de que sus gestiones terminen siendo anodinas, mediocres e intrascendentes; algunas son realmente cómicas.
Creo que los temas que toqué en la Municipalidad Distrital de Chazuta son los primeros que se abordan en el país. Todos ellos dentro del marco del concepto del desarrollo local y de aspectos de las leyes generales del Estado. De allí salieron temas que deben replantearse en la agenda pública municipal y, sobre todo en Chazuta, que es el distrito que tiene la mayor potencialidad de la región y, repente, del país, aunque este tema –por cuestión de tiempo— se abordó ligeramente. En verdad, ¡qué privilegio es ser chazutino! El distrito de Chazuta tiene todas las condiciones para ser una potencia mundial: por su historia, por sus recursos, por su gente, etc., y a eso debemos encaminarnos.
Mi método de dictado de talleres y exposiciones es el de la exposición abierta, franca, a capella. Prescindo de las diapositivas porque las considero un factor perturbador. Quiero destacar que el taller se dictó en horas de la mañana y con todo el personal administrativo. Cuando las autoridades municipales me pidieron que sea en horas de la tarde les dije que eran horas inapropiadas y que un curso de capacitación es un aspecto importante del fortalecimiento municipal. (Comunicando Bosque y Cultura).