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lunes, octubre 6, 2025

“Necesitamos parar la deforestación ya en nuestra Amazonía”

Entre los años 2020 y 2023 se deforestaron 620,039 hectáreas en el país, de las cuales 67,817 corresponden a la región San Martín, según reportes del Ministerio del Ambiente (MINAM) y Geobosques.

La exministra del Ambiente y fundadora de Ciudad Saludable, Dra. Albina Ruiz Ríos, alertó que la pérdida de bosques en la Amazonía peruana continúa en aumento, afectando especialmente a las comunidades nativas y a los pequeños usuarios del bosque.

Explicó que las principales causas de la deforestación son la expansión agrícola (palma y cacao), la tala ilegal, la minería informal, el tráfico de tierras, la infraestructura no planificada y la débil gobernanza ambiental. Aunque el Perú ha aplicado medidas como áreas protegidas, concesiones de conservación, planes de reforestación y monitoreo satelital, los resultados no han sido suficientes, e incluso se han registrado invasiones dentro de zonas naturales protegidas.

Ruiz destacó que la venta de créditos de carbono debería incluir a las comunidades nativas y a los usuarios del bosque que conservan sus ecosistemas ancestralmente, para que puedan beneficiarse económicamente sin recurrir al alquiler o degradación de sus tierras. “Los aguajales, al ser talados, liberan toneladas de carbono acumulado, agravando el cambio climático”, advirtió.

La especialista planteó acciones innovadoras que podrían aplicarse en el Perú para frenar la deforestación y restaurar áreas degradadas:

  1. Incentivos financieros basados en blockchain.
    Crear un sistema de tokens de conservación (similares a créditos verdes digitales) que representen hectáreas de bosque intacto verificadas mediante imágenes satelitales. Este modelo garantizaría trazabilidad y transparencia, permitiendo que comunidades y pequeños propietarios accedan directamente a mercados de carbono. Para su implementación, se necesitarían alianzas con startups tecnológicas, certificadores internacionales y bancos locales.
  2. Uso de drones para reforestación masiva.
    Emplear drones que dispersen “semillas de vida reforestadoras” —cápsulas biodegradables con semillas pre-germinadas y fertilizantes naturales—. En la región San Martín ya se ha iniciado esta experiencia en zonas degradadas como el Cerro Tamburco (Rioja)Cerro Aucapata (Jepelacio) y la faja marginal del río Mayo (Moyobamba). Actualmente se evalúan tasas de germinación, prendimiento y desarrollo de plántulas, en coordinación con investigaciones universitarias.
  3. Reconversión productiva mediante “bosques comestibles”.
    Transformar áreas deforestadas en sistemas agroforestales que integren árboles frutales, medicinales y maderables, imitando la estructura de un bosque natural. Esta propuesta busca restaurar ecosistemas y generar ingresos sostenibles para las familias amazónicas.
  4. Fideicomisos municipales de conservación.
    Crear fondos fiduciarios locales financiados con impuestos verdes, cooperación internacional y empresas, que aseguren el mantenimiento de Áreas de Conservación Ambiental (ACA). Un ejemplo es el de los Barrancos de Moyobamba, en San Martín, donde el municipio impulsa la conservación de sus ecosistemas ribereños.
  5. Monitoreo ciudadano con incentivos.
    Desarrollar aplicaciones móviles que permitan reportar talas o incendios con fotos georreferenciadas. Los participantes recibirían puntos canjeables por beneficios, promoviendo una vigilancia comunitaria activa.
  6. Turismo regenerativo.
    Promover experiencias en zonas degradadas donde los visitantes participen en actividades de restauración y ciencia ciudadana, financiando así la recuperación de ecosistemas y diversificando la oferta turística amazónica.
  1. Seguro contra deforestación para comunidades

Crear un seguro ambiental donde comunidades reciben pagos si mantienen niveles de bosque intacto. Esto significa Adaptar modelos de insurance for ecosystem services (seguro para servicios ecosistémicos), usados en África) para la Amazonía. Para ello se requiere los fondos climáticos internacionales, aseguradoras locales y monitoreo satelital (Geobosques/UMD). Además, estas propuestas se pueden insertar dentro de los compromisos climáticos y de biodiversidad del país, atrayendo financiamiento internacional (Fondo Verde para el Clima, Fondo Amazonía, cooperación europea). ¿Qué dineros y de qué países se comprometieron para “recuperar la Amazonía” en el Acuerdo de París y en la COP28/COP29?

Acuerdo de París (2015): No creó una bolsa específica “para la Amazonía”. Estableció la meta de movilizar USD 100 mil millones/año para países en desarrollo y el mandato de fijar una nueva meta colectiva cuantificada (NCQG) antes de 2025. COP28 (Dubái, 2023):

  • Se operacionalizó el Fondo de Pérdidas y Daños con ~USD 700 millones en promesas iniciales (no Amazonía-específico).
  • Los EAU anunciaron USD 30 mil millones para un nuevo vehículo de inversiones climáticas (global).
  • Específico para la Amazonía (Brasil/Amazon Fund): (Noruega anunció USD 50 millones al Amazon Fund en COP28 y Reino Unido añadió £35 millones en COP28, además de las £80 millones ya comprometidas en 2023). COP29 (Bakú, 2024)

Los países acordaron la nueva meta colectiva cuantificada (NCQG): al menos USD 300 mil millones/año para 2035 desde países desarrollados, en el contexto de un objetivo más amplio de movilizar ~USD 1,3 billones/año (todas las fuentes) para 2035. Tampoco es un fondo específico para la Amazonía.

«Como vemos existe la predisposición de países desarrollados de colocar fondos climáticos que Perú podría canalizar con un buen programa de recuperación de la amazonía peruana y detener la deforestación”, concluyó.

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