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lunes, mayo 12, 2025
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El que nos representará

No hay más alternativas. Son solo dos finalistas y uno de ellos debe ser dentro de poco la autoridad. Tal como es, la autoridad se merece todo nuestro respeto. La autoridad no necesariamente es una elección humana, es un designio divino donde nosotros somos importantes instrumentos de elección. “Sólo Dios puede darle autoridad a una persona, y es él quien les ha dado poder a los gobernantes que tenemos. Por lo tanto, debemos obedecer a las autoridades del gobierno. 2 Quien no obedece a los gobernantes, se está oponiendo a lo que Dios ordena. Y quien se oponga será castigado, 3 porque los que gobiernan no están para meterles miedo a los que se portan bien, sino a los que se portan mal. Si ustedes no quieren tenerles miedo a los gobernantes, hagan lo que es bueno, y los gobernantes hablarán bien de ustedes. 4 Porque ellos están para servir a Dios y para beneficiarlos a ustedes. Pero si ustedes se portan mal, ¡pónganse a temblar!, porque la espada que ellos llevan no es de adorno. Ellos están para servir a Dios, pero también para castigar a los que hacen lo malo. 5 Así que ustedes deben obedecer a los gobernantes, no sólo para que no los castiguen, sino porque eso es lo correcto” Romanos 13.

La autoridad representa a la comunidad, por tanto es presentable ante todos y en todos sus actos. Debe representar a su pueblo en la presentación de planes y proyectos con suficiencia y mucha sapiencia. La autoridad, por su condición humana empequeñecida, debe someterse a la grandeza de Dios, para enriquecerse de su amor y sabiduría; así encontrar la lucidez que irradie con fulgurante intensidad los corazones de los pobladores. Ante toda acción y decisión, primero lo primero, encargarle al señor, porque Él lo puede todo. Sí, todo. Sacar por astillas la tonelada de odio entumecida que por muchos años reinaba en nuestros corazones, hasta dejarnos livianos, ágiles, sueltos, cargados de amor. Una autoridad que actúa con amor, logra todo, porque está cumpliendo con los mandatos de Dios. “Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo. 10 El amor no causa daño a nadie. Cuando amamos a los demás, estamos cumpliendo toda la ley” Romanos 13.

Los electores ya saben por cuál de los dos votar. No hay necesidad de hacer esforzados y costosos desplazamientos de camionetas y personas por todas partes. Tampoco es necesario el apoyo supuestamente disimulado del gobierno que se va, porque no le hace bien a nadie, al contrario, es un ilegal apoyo que hace mal, porque se está yendo con una pésima imagen popular debido a su flagrante ineptitud. Fue lamentablemente una oportunidad desperdiciada por los drenajes del tiempo. A ésta altura solo queda esperar y conocer a la nueva autoridad que Dios ha dispuesto.

Brilla en los ojos del pueblo, una fina lámina de esperanza en el lejano firmamento, que las nuevas autoridades, llenas del amor de Dios, promuevan desarrollos integrales y no solamente humanos, porque tantos fueron los ofrecimientos e intentos de desarrollos humanos de las comarcas, que simplemente se cayeron en las concavidades del olvido. No se han logrado desarrollos humanos por ninguna parte y al contrario se han desertificado los medios donde viven esos humanos sin desarrollo. Más aumenta la población humana y cada vez hay menos recursos donde pueda vivir. Las aguas se están secando y son muchos los riachuelos que se han quedado en la historia, si es que alguien tuvo la osadía de registrarlo. Aumenta en la atmósfera la capa de gases de efecto invernadero porque simplemente los humanos no desarrollados no saben vivir. Los pueblos de humanos de la selva tropical, donde abunda agua dulce, carecen de agua en sus piletas y duchas el mayor tiempo del día, seguramente porque están engolosinados de su inteligencia y quizá por esa razón, las denominaciones de las fuentes de agua ya deben ser cambiadas. Urgen leyes de eternos congresistas sabios, para hacer realidad esos cambios de denominaciones, así como se pretende cambiar los usos de suelos, para vender alegremente a las empresas que solamente saben explotar los recursos minerales y petroleros. Los anteriores colosos ríos de la selva, en adelante ya se llamarían quebradas. Éstas tendrían denominaciones de riachuelos. Éstos de zanjas. Los cambios deben hacerse en la brevedad, porque a algún genio de tercera clase se le puede ocurrir bajo imposición trasladar las aguas de la “quebrada” Huallaga a Marte.

La fina lámina de esperanza del lejano firmamento, debe ser captada por la nueva autoridad, para surcar su visión por encima de domésticos intereses conyugales, económicos y empresariales, porque el pueblo anhela casi con desesperación, cambios actitudinales, en esas miradas panorámicas, en esos actos cargados de amor, porque con justa razón, el pueblo necesita atención personalizada, quiere que la autoridad le abrace fuerte, con amor, como un honesto padre apapacha a su hijo susurrándole al oído: te amo.

 

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