Juanjui. Ante el abandono por parte del Gobierno y el Ministerio de Educación para invertir más en la educación rural caracterizada por su baja calidad; los modestos padres de familia y los docentes de la Institución Educativa N° 0729 de Nuevo San Martín, la más alejada de la provincia de Mariscal Cáceres con límites con la provincia de Tocache, en el Alto Huallaga; no han visto la mejor forma de impulsar diversas actividades económicas y colaboraciones como estrategia de autogestión para comprar computadoras y sus accesorios con el que buscan implementar el aula de computación para ponerlo al servicio de los estudiantes, que hoy cuenta con equipos obsoletos y deteriorados.
Así dio cuenta el director Erikc Jhon Peña Guerra, el mismo que hace poco fue condecorado por el Ministerio de Educación por sus buenas prácticas en educación, pero que según sus expresiones se siente indignado porque vive en carne propia la cruda realidad el abandono oficial, sin importarle al gobierno la educación de los más pobres como de la zona del valle del Huallaga, que ha sufrido en años anteriores los embates del narcotráfico y el terrorismo.
“Nuestros más de 180 padres de familia de Nuevo San Martín han decidido sacrificar sus pobres economías para hacer que sus hijos puedan acceder a una educación tecnológica de calidad y estar a la vanguardia de esta nueva sociedad; pero que en esta ocasión el propio Estado los priva de ese derecho elemental. Igual sacrifico están haciendo los docentes con aportes solidarios”, protestó el director Peña Guerra.
El directivo precisó que no está en desacuerdo con las instituciones focalizadas e intervenidas por programas educativos y la Jornada Escolar Completa – JEC de zonas urbanas, pero consideró de absurdo e inequitativo y hasta discriminatorio el apoyo que éstas reciben con infraestructura, equipamiento y personal hasta inncensario, dejando de lado necesidades prioritarias de instituciones rurales que se hallan en situaciones deprimentes, precarias y con falta de personal como la de Nuevo San Martín.
“La ley dice que todos tienen derecho a la educación, pero lastimosamente estamos muy lejos del principio de equidad”, lamentó el directivo señalando que así las brechas se agigantan aún más en las escuelas rurales.
El caso de la escuela de Nuevo San Martín, es una muestra de la triste realidad en que se desenvuelven las escuelas rurales del país con niños mal alimentados, desnutridos y con problemas familiares, en donde los maestros también con sus problemas y pese a tener salarios indignos, se convierte en verdadero apóstoles solidarios de la educación. (Carlo Augusto Pérez)