El Perú o un país enfermo

El Perú no goza de buena salud. Se hunde en el abismo de todas las iniquidades; pareciera que los políticos de este siglo hubieran abierto la caja de Pandora para esparcir las enfermedades y las bajas pasiones, como si hubieran mutado para ser peores cada vez más porque le están poniendo al país en estado de cuidados intensivos actuando intencionalmente para impedir la gobernabilidad de un país al que le quieren mandar al descalabro y que no permiten abordar los problemas serios como la educación, la salud, la criminalidad y la felicidad de la gente. Me refiero a esa gente que, como seres siniestros, pululan en ese antro en el que han convertido al Congreso, alguna vez llamado El Establo, por Alfonso Barrantes Lingán.

¿Cómo es posible que una jauría de miserables se ponga en el papel de obstructores de la justicia y la gobernabilidad, y solo por defender a “sus líderes”? Estos miserables no piensan en el país y en el interés de la gente y como auténticos huele pedos se han dedicado a defender a sus jefes para que la justicia no les alcance. Y como si quisieran hacer méritos ante sus amos no han reparado que lo que hacen es hundir a nuestro país. Ahí está un pelado que funge de intelectual y que a otro congresista le dijo que ´era superior de todas maneras´, pero, realmente, ¿a quién le ha ganado este quishicho angurriento si solo defiende a su amo y sus ladridos cada vez más son más vergonzosos y tanto que ni en su mismo partido le quieren, pero les es útil por su proverbial desvergüenza?
El gobierno de Vizcarra, al que se le califica de cierta pasividad y timorato, está atado de manos, como si le hubieran puesto una camisa de fuerza que le impide tomar la iniciativa para enfrentarse a problemas lacerantes que ya se han hecho endémicos como son los temas ambientales, de la salud, de la educación y la criminalidad de un Perú que languidece. La manada que se encuentra en el Establo nos está demostrando que los problemas al que nos enfrentamos están en el último lugar de sus intereses. ¿Y por qué la manada actúa así? Simplemente porque tiene otra jauría que avala sus actuaciones y desempeños. Son esas personas obsecuentes hasta el deshonor donde hay gente de todos los niveles políticos y sociales.

Vizcarra debe darse cuenta que con el Establo al que se enfrenta no va a poder lidiar. Le van a tener en jaque aun sabiendo que están destruyendo al país. Vizcarra tiene que resolver los problemas urgentes del país: los hospitales, donde los ambientes de emergencia (el Hospital Guillermo Almenara, de Lima, por ejemplo) parecen las cámaras de los horrores donde los enfermos están en los pasadizos y espacios libres disponibles; las pensiones miserables, los sueldos de hambre de los trabajadores del sector público, la destrucción y desaparición de los ríos, el recuperar los derechos de la gente para tener libre acceso a los ríos y las playas, mejorar la educación. Por eso, señor Vizcarra: tenga usted huevos y ¡cierre ya el Congreso!

Presidente Vizcarra: Los intereses del país están primero. Usted se está enfrentando a seres irracionales y que no tienen amor a nuestro país. Han perdido todas las formas y el decoro. El “prestigio” de sus partidos y la salvación de sus jefes es lo primero que cuenta para esa jauría. No permita que el país continúe como la caldera del diablo donde le cocinarán a usted si no rompe esquemas y no tome decisiones, porque la delincuencia política podría sacar cualquier madrugada un decreto legislativo vacándolo a usted. De “políticos” miserables como los que tenemos, cualquier locura es posible esperar. Está usted advertido: el país apreciará su valentía, como también sancionará su indecisión y cobardía. Está todavía a tiempo.

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