Poco después de las 10 de la mañana de ayer el sumo pontífice llegó a Puerto Maldonado en medio de la emoción desbordante y la expectativa de cientos de personas. El papa se reunió con las comunidades nativas afectadas por la deforestación, la contaminación, la pobreza, esclavitud de personas y la minería ilegal.
Francisco enfrentó los reclamos de las comunidades indígenas preocupadas por la explotación de los recursos naturales, en sus intervenciones lanzo serias expresiones como:
“He querido venir a visitarlos y escucharlos, para estar juntos en el corazón de la Iglesia, unirnos a sus desafíos y con ustedes reafirmar una opción sincera por la defensa de la vida, defensa de la tierra y defensa de las culturas”.
“La Amazonía es tierra disputada desde varios frentes: por una parte, el neo-extractivismo y la fuerte presión por grandes intereses económicos que dirigen su avidez sobre petróleo, gas, madera, oro, monocultivos agroindustriales”. “Hemos de romper con el paradigma histórico que considera la Amazonía como una despensa inagotable de los Estados sin tener en cuenta a sus habitantes”.
“Sabemos del sufrimiento que algunos de ustedes padecen por los derrames de hidrocarburos que amenazan seriamente la vida de sus familias y contaminan su medio natural”.