– El Banco de la Nación, se ha convertido en la peor institución que presta servicios al público en San Martín, con trabajadores que no están preparados para atender al público, y ni siquiera dar un trato amable, menos informar a la colectividad, ni ayudar, ni apoyar, ni nada. Una vergüenza.

– Por ejemplo en Moyobamba, se han instalado tres cajeros automáticos. Uno que está junto al mismo banco, que a pesar de la cercanía ( son dos) solo funciona uno y el otro está en mantenimiento y el que funciona, no tiene dinero y si tiene solo puede entregar no más de 200 soles y no imprime el Boucher. El que está cerca de la policía en la avenida Grau casi nunca funciona, además no tiene dinero y la recién instalada cerca a la Corte Superior de Justicia está solo de adorno y si a veces funciona, se convierte en un basural. No pueden ni siquiera instalar un tacho de basura. Una desidia completa.

– El Jefe del Banco de la Nación de Moyobamba debe irse a su casa por incapaz, porque no tiene el carácter suficiente para que sus trabajadores presten un buen servicio. Sus “ventanilleros” hacen lo que les da la gana: hablan por celular, se van a tomar su desayuno, se demoran en la atención, no respetan la cola, atienden a sus conocidos y siempre “te zampan” en la cara su cartelito “pase a la otra ventanilla” cuando el banco está que revienta de gente. Ya es tiempo que el pueblo proteste con fuerza, porque no se puede continuar con esta burla descarada.

– El alcalde moyobambino no ha participado en las actividades que su propia comuna ha aprobado para celebrar su semana turística y las fiestas de San Juan. Él estaba siempre de viaje y en otros asuntos más importantes, suponemos. Ni mucho menos han participado sus regidores y al parecer hay una bronca interna con una de sus gerencias, responsable de dichas actividades. Al ingeniero le falta carácter para ordenar a sus regidores, que poco o nada les interesa su ciudad.

– El dueño del Club Unión Comercio, don Fredesbundo Chávez, al parecer está muy bacán y cree que es una autoridad en San Martín, porque su equipo llegó a la profesional. Ahora quiere imponer sus ideas y hasta propone a las nuevas autoridades del deporte, pide cambios y tiene su propuesta. Alguien debe avisarle a don Fredes que él no puede proponer a nadie, que debe saber ubicarse y que como empresario privado puede llevar a su equipo a jugar donde a él le dé la regalada gana.