Se acercan nuevas elecciones Municipales y Regionales, y tendremos que emitir nuestro voto, pero surge el interés de saber si detrás de ese voto hay una genuina participación patriótica o solo será para evitar una multa por inasistencia.
Sobre el particular se ha discutido mucho sobre si el voto es un derecho, una función o un deber en nuestro país. ¿Tiene carácter obligatorio o facultativo?
El debate lo aclara nuestra Constitución Política, en su artículo 31, donde hace mención que: “El voto es personal, igual, libre, secreto y obligatorio hasta los setenta años. Es facultativo después de esa edad.”, donde las palabras LIBRE y OBLIGATORIO van tomadas de la mano sin cómo no se contradijeran una a otra. Es decir “acércate a votar libremente, de lo contrario te cae una multa”, un poco irónico.
Ahora bien, ¿El voto en blanco tiene el espíritu de un voto obligatorio? O ¿viciar un voto intencionalmente lo es? ¿Cuál viene a ser el sentido de asistir y no votar?, y con ello demostrar que ningún candidato le genera confianza o no tenga el deseo de participar. Como muestra la ONPE, en las elecciones presidenciales de primera vuelta 2021, con más de 23 millones de electores hábiles, un 17.5% votó en blanco o viciado. Además, el 28 % no participó en los comicios. Ciertamente el ausentismo electoral puede causar la nulidad de elecciones, como se considera en nuestra Constitución Política, artículo N°184, cuando los votos nulos o en blanco, sumados o separadamente, superan los dos tercios del número de votos emitidos. Y dicha auto exclusión de participar en procesos electorales, trae consigo cierta incertidumbre social que puede tener origen en muchas variables, como el bajo nivel cultural político, poca educación cívica o hasta podríamos decir el poco amor a su país, entre otros.
Es así que pensar en soluciones que fomenten la asistencia voluntaria para emitir un voto consciente, tendría que ser prioridad gubernamental, porque el futuro de nuestro país se decide en las urnas, con las elecciones de nuevos gobernantes, que sostendrán en sus manos nuestra democracia. Aparte de mejorar la educación en los colegios, formando buenos líderes, podríamos empezar promocionando permanentemente, debates públicos sobre ideas y propuestas entre los candidatos, legitimando así posiciones, frente a unas y otras, sobre temas en específico y también una ventana para la participación de libre opinión ciudadana; así mismo sería bueno exponer la hoja de vida del candidato y aportantes o presupuesto, a través de vías de información más accesibles al votante, como por medios de comunicación radial y televisivos, y entre otras medidas coherentes que fomenten la participación con conciencia democrática y patriótica. Positivamente evitaríamos ciudadanos decidiendo su voto en la cola.
Referente al tema, los congresistas de Avanza País, Adriana Tudela y Alejando Cavero, presentaron este 22 de marzo, una iniciativa de reforma constitucional, denominado “Proyecto de Ley de Reforma Constitucional que reconoce el voto libre y voluntario”, para efectos de ser aplicadas a partir de las elecciones presidenciales del 2026, derogando consecuentemente artículos y modificando normativa que tengan vínculos con el voto obligatorio. Así mismo se propone no multar por inasistencia a las urnas electorales. Iniciativa que tiene como su principal fundamento que el voto obligatorio no ha tenido efectos positivos con la tasa asistente de votantes en los últimos comicios electorales.
Entonces razonablemente un voto debe ser verdaderamente mío, decidido y buscado libremente por mí. formar parte a gusto y personalmente de las elecciones, y no por “estar obligado” a formar parte de. Y como lo mencionó el investigador Giovanni Sartori “Participación es ponerse en movimiento por sí mismo, no ser puesto en movimiento por otros (Movilización)”