o
Hay necesidad de cambio en la actitud de la sociedad. Luego de tomar lecciones de los futbolistas de la selección, ahora que el país ha empezado a vivir el mes de la patria, es el momento preciso para que los individuos trastoquen sus añejas formas de comportarse, para dar paso a una nueva forma de vivir.
Al menos se escucha que el actual Gobierno Nacional, ha tomado la firme decisión de no embrollarse con la corrupción de los funcionarios. Si continúan manipulando los hijos de la administración pública, los mismos que están allí enquistados desde décadas atrás, la tarea será extremadamente difícil, que linda con lo imposible. Lo importante y primordial es la decisión política del Supremo Gobierno. Ahora la tranquera está en el accionar del aparato. Si de verdad, se irán cortando cabezas a medida que el proceso avanza, entonces, muy pronto se prenderá el foco que avanzará seguro hasta el final del túnel.
El sistema administrativo público está extremadamente enredado, pero con pestilentes soguillas de corrupción, que atan a uno u otro individuo, que a su vez salta y juega sobre ella, haciendo con sus malévolos movimientos negra mazamorra ácida.
Ojalá que no hayan esos amañados concursos públicos para contratar personal; para contratar con mañosas empresas, que “han entrado en el sistema de corrupción para no quedar sin trabajo”, porque dicen sus representantes, “que si yo no lo hago, lo hará otro colega”. Pero, sobre este tema se ha llegado a extremos. Los representantes de empresas que fueron descubiertos en varias oportunidades siguen contratando con el Estado; al final, hay contratos con presupuesto y plazo terminados, con obra inconclusa. El perjudicado final: El pueblo. Pero, estos contratos fueron financiados con los dineros de los aportes de los pobladores, se supone que los funcionarios que toman tremendas decisiones, están representando cabalmente a ese pueblo aportante, lamentable que no sea así.
Los últimos Gobiernos Nacionales, prácticamente han vendido recursos del país a precios irrisorios, como el gas, petróleo, minería, etc. ¿Acaso este hecho no es traición a la patria? Existen macro empresas que están debiendo al Estado muchísimo dinero en impuestos: Telefonía, minerías, etc. Sin embargo, dichas organizaciones no solo siguen funcionando como si no tienen ningún compromiso con el país que les permite trabajar, sino continúan tratando mal a los usuarios, porque cobran por malos servicios que brindan. Según se informa, que éstas empresas reúnen fláccidos argumentos con los cuales judicializan sus cuentas por pagar; mientras tanto hacen de la suya, no pagan el abultado tributo y siguen trabajando. ¿No hay alguna forma de parar estos abusos? El Poder Legislativo no encuentra manera de que todos los que vivimos en el país tributemos. Si realmente queremos al país, en este mes de la patria, hay que marcar la diferencia, porque aun llevamos caliente el pecho de amor por nuestra tierra, así como nos los han enseñado los muchachos de la selección nacional, luchar con garra por la nación que nos cobija, todo instante de nuestra existencia, hasta el pitazo final. Cada uno hay que demostrar patriotismo en el mes de la patria, así como damos amor a nuestros familiares, hay que dar amor al país.
Hay que dejar de lado todo tipo de enfrentamientos, si queremos vivir en paz en nuestras familias y la sociedad. Allí está Dios, con voluntad infinita de amar a todos los seres humanos. Solo queda invocarle para tenerle en casa y todos los lugares donde nos encontremos. Solo con Dios encontraremos la paz que necesitan los pueblos. Quizá sea importante marchar a paso firme por las calles y plazas como demostración de patriotismo; pero, no menos importante es demostrar amor al prójimo, ayudándole en todo momento y no cometiendo actos de corrupción en ninguna circunstancia de la vida. Que ahora en adelante todo sea diferente, no importa el mal comportamiento de ayer, sino los nuevos actos que ahora en adelante hacemos. Alguien dijo, que los seres humanos estamos sujetos a cambiar, por nuestra inteligencia y razonamiento, sobre todo porque tenemos un corazón que puede tenerlo a Dios. Otros seres no cambian, precisamente porque carecen de éstas cualidades.
Entonces, a quienes son autoridades, líderes, dirigentes, demostremos patriotismo en el mes de la patria con nuestros actos de ahora en adelante, porque el hijo aprende más con nuestro ejemplo que por lo que le decimos.