El presidente señaló que el personal policial que le ató los zapatos quiso evitar que su «lumbalgia recrudezca» y que no pudo hacerlo él mismo porque llevaba puesto un chaleco antibalas.
El presidente de la República, Pedro Castillo, negó que haya obligado a los efectivos policiales a atarle los pasadores de los zapatos durante una visita a la región San Martín.
A través de sus redes sociales, el mandatario expresó su respeto al trabajo de la Policía Nacional y lamentó que se haya “malinterpretado” que efectivos de esta institución “se hayan ofrecido” a atarle los zapatos.
Según el mandatario, los policías quisieron evitar que su “lumbalgia recrudezca” y que además, él mismo no podía hacerlo porque tenía puesto un chaleco antibalas. “Nunca le pedí u obligué al efectivo policial que lo hiciera”, aseveró.
Por otro lado, el presidente Castillo se pronunció sobre el pronunciamiento de la Defensoría del Pueblo en el que pide respeto a la dignidad de la Policía, agradeciendo la preocupación y reiterando que “no existe ni existió” maltrato o discriminación hacia ellos.