El indulto otorgado a ex dictador Alberto Fujimori constituyó una traición a la justicia, el asilo que pretende Alan García con el cuento de ser perseguido político es una celada que desafía la lucha contra corrupción.
Si Uruguay aprueba el solicitado asilo al Sr. García, será la muestra necesaria para que PPK y el gringo de doña Keiko hagan lo mismo, Toledo tendría sustento ideal para definirse también perseguido político, Hinostroza ni que decir, y así, a ese ritmo, quedarán insuficientes las embajadas para albergar a tanto ‘perseguido’. No hay que olvidar que sólo en el caso ‘Fuerza 2011’ se ha ampliado la investigación a medio millar más, entre los que figuran los siguientes empresarios, convocados por el fiscal Pérez: Dionisio Romero Paoletti (Grupo Romero), Roque Benavides Ganoza (Yanacocha), Vito Rodríguez Rodríguez (Grupo Gloria), Ramón Barúa Alzamora (Grupo Interbank), Óscar Espinosa Bedoya (Grupo Ferreyros), Hans Flury Royle (Southern), Ricardo Rizo Patrón de la Piedra (Cementos Lima), José Graña Miró Quesada (Graña y Montero), José Picasso Salinas (Volcan), José Manzanares Gutiérrez (Telefónica), Carlos Rodríguez Pastor ( Grupo Interbank), Óscar Gonzales Rocha (Southern), José Ignacio de Romaña Letts (Volcan), entre otros (ver https://larepublica.pe/politica/1363751-fiscal-perez-amplia-caso-keiko-fujimori-cita-500-personas). Ellos han sido convocados entre el 11 de marzo y 19 de abril de 2019.
Si Uruguay aprueba el asilo, será, además, una puñalada al sistema de justicia y sus esfuerzos por sanear el país, podríamos decir que la lucha contra la corrupción ha fracasado, o que lamentablemente fue herida de muerte, y que otra oportunidad histórica se perdió; consecuentemente los ‘perseguidos de los últimos tiempos’, tendrán motivo para reír patas arriba, su tesis de perseguidos los cubrirá alejándolo sobre ellos cualquier acción de la justicia.
Ante esta realidad, así como marchamos contra el indulto trucho otorgado por PPK a Fujimori, se hace necesario la más amplia movilización nacional contra este asilo disfrazado, pues de no hacerlo, tendría razón el Sr. García de creer que somos un país de imbéciles, esperemos que esta vez se equivoque y que la suerte del primer asilo, que le llegó con prescripción de yapa, no se vuelva a repetir.
Que no nos vendan humo, ni el indulto fue ajustado a derecho, ni el asilo se justifica en una persecución política. García no es perseguido político, es un político perseguido por su conciencia y la justicia, que para bien, él ni Fujimori, controlan.
