El presidente colombiano, Gustavo Petro, generó tensión diplomática al declarar que su país «no reconoce la soberanía peruana» sobre la isla Santa Rosa de Loreto, ubicada en la Amazonía peruana. Durante una ceremonia militar en Leticia, Petro calificó la creación del distrito peruano como un «acto unilateral» que violaría el Protocolo de Río de Janeiro (1942).
Sin embargo, Perú sostiene que la isla siempre ha estado bajo su jurisdicción, respaldada por tratados internacionales y leyes nacionales. La reciente elevación a distrito busca fortalecer la presencia del Estado en la zona fronteriza, sin modificar límites establecidos.
El gobierno peruano, mediante la presencia del premier Eduardo Arana en Santa Rosa el mismo día, respondió simbólicamente reafirmando su soberanía. Expertos señalan que las declaraciones de Petro podrían responder a tensiones políticas internas en Colombia.
Perú mantiene silencio oficial, pero se espera una defensa firme de su posición jurídica e histórica en caso de escalamiento diplomático. La isla es clave para la seguridad y desarrollo de la triple frontera (Perú-Colombia-Brasil).