“Las manos son el segundo cerebro” decía acertadamente el sabio Dr. David Juan Ferriz Olivares y ciertamente esta afirmación encuentra su terreno más fructífero para el desarrollo y formación integral de nuestros niños en la educación musical y más especialmente en la formación pianística.
Y es que el piano –dentro de todos los instrumentos- es verdaderamente el rey y su aprendizaje es INDISPENSABLE (así como de la música en general) para el integral y óptimo desarrollo de los niños y niñas hasta el punto de poder afirmar que si no estudian piano (o algún instrumento) nuestros hijos serán menos inteligentes y desarrollados que quienes sí lo han hecho.
Esto último debido a varias razones, una de ellas, tal vez la más destacable, es que el aprendizaje de este hermoso instrumento exige que el estudiante utilice al máximo TODOS LOS DEDOS DE AMBAS MANOS sin preferencia alguna hacia una mano u otra -pues frecuentemente se tiende a privilegiar el uso de una mano más que la otra (en el caso de los diestros: la derecha, y los zurdos: la izquierda). Esta cualidad de la ejecución pianística le da preminencia formativa sobre otros instrumentos que utilizan más una mano que otra o solo leen una línea musical (pentagrama) y no dos como en el piano. Por ejemplo en el violín se utiliza más los dedos de la mano izquierda (y solo cuatro de ellos) y la otra mano principalmente se mueve batiendo el arco hacia arriba y abajo; de esta manera desarrolla más un hemisferio cerebral que el otro. Cosa parecida sucede con la guitarra que privilegia solo una mano mientras la otra principalmente se utiliza en el “rasgueo”, así podríamos continuar con los instrumentos de viento como el oboe o clarinete que si bien es cierto utilizan cuatro dedos de cada mano, se limitan a la lectura de una sola clave o línea musical.
No por este hecho quiero desmerecer el valor musical de cada instrumento sino más bien encorajar a los niños y jóvenes que sigan eligiendo aquel con el que se sientan mejor o más identificados (es grato ver cómo hay jóvenes que elijen instrumentos “poco populares” como el contrabajo o los fagots); solo trato de hacer ver el valor de este instrumento –el piano- y hacer comprender, entre otras cosas, por qué es de enseñanza obligatoria para casi todas las especialidades dentro de los conservatorios y escuelas de música alrededor del mundo (de hecho los estudiantes de composición, dirección coral, orquestal o de banda, de canto, etc. tienen en su programa de estudios obligatorio el curso de piano).
En mi trayectoria de 32 años estudiando y practicando este hermoso arte pianístico y veinte años como docente (11 años en la CASA de la CULTURA de Tarapoto), he podido comprobar -en mí y en los demás- cómo la práctica del piano desarrolla las inteligencias múltiples como la lógico-matemática al utilizar frecuentemente los conceptos y nociones de ritmo, simultaneidad, alternancia, equilibrio, división, estructura, etc.; también la inteligencia lingüística al desarrollar la agudeza al leer nuevos códigos, al desarrollar la memoria y la capacidad de comunicarse de modos diversos, la inteligencia emocional al desarrollar el entendimiento de muchas emociones a través de las notas musicales y el significado de las piezas interpretadas, y así sucesivamente con las habilidades psicomotrices o de coordinación neuromuscular, con el desarrollo de los centros visuales y auditivos del cerebro.
De ahí que me siento muy satisfecho y agradecido a Dios y mis padres el haber tenido la fortuna –junto con mis hermanos- de haber estudiado desde niño ACADÉMICAMENTE (no empíricamente) en un Conservatorio de música este arte tan preciado y valioso. También agradezco poder transmitir mis experiencias educativas a mis alumnos especialmente aquí en San Martín formando varias “generaciones” ya, de niños y jóvenes que reciben este arte y por ello serán ciudadanos con más oportunidad para realizar el verdadero TALENTO Y GENIALIDAD en las profesiones que ellos sigan después (sea la música o no).
Ahora estamos contentos –junto con la gran formadora que es la profesora Joy Gonzaga Noriega- de llevar, una vez más, a niños y jóvenes talento de piano a uno de los más importantes eventos educativos del mundo como es el CONGRESO MUNDIAL PARA EL TALENTO DE LA NIÑEZ (que en su octava versión será realizado en la ciudad de Sucre del 13 al 17 de octubre de este año) promoviendo de esta manera el talento y la cultura que se produce en nuestra región en este caso a través del dinamismo formativo de la CASA de la CULTURA Dr. David Juan Ferriz Olivares sede Tarapoto y la ESCUELA DE MÚSICA de la FUNDACIÓN ELIC quienes trabajan de la mano en esta verdadera misión cultural del Saber tanto en Tarapoto como en 13 ciudades del Perú y 60 ciudades de América, Europa y Australia.
Todo ello generado por la genialidad creativa de un gran pianista, compositor sinfónico, Doctor en Filosofía y escritor latinoamericano como lo es el Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares a quien agradecemos eternamente.
Invitamos pues a visitarnos para recibir los incontables beneficios de esta formación integral en nuestra CASA de la CULTURA que en Tarapoto realiza sus actividades permanentes en Jr. Rioja 218. Mayores informes de cursos y talleres: Telf. 525760, RPM #0250173.