Pilar Ternera es un personaje relevante en Cien años de soledad, por haber sido madre de la segunda generación de la familia Buendía. De su relación con el hijo mayor José Arcadio, nació Arcadio; y de la relación con el segundo, Aureliano, nació Aureliano José. Sobrevive a lo largo de toda la novela falleciendo a los ciento cuarenta y cinco años.
Por razones de espacio solo transcribiré parte del segundo capítulo en el que aparece y seduce a José Arcadio, el diecinueve regentando un burdel, y el veinte en que fallece.
Capítulo II. Pilar Ternera seduce a José Arcadio
“Por aquel tiempo iba a la casa una mujer alegre, deslenguada, provocativa; que ayudaba en los oficios domésticos y sabía leer el porvenir en la baraja. Úrsula le habló de su hijo (José Arcadio), porque pensaba que su desproporción (inmensa masculinidad) era algo desnaturalizado. La mujer soltó una risa expansiva. «Al contrario», dijo. «Será feliz.» Para confirmar llevó los naipes a la casa pocos días después, y se encerró con José Arcadio en un depósito de granos contiguo a la cocina. De pronto extendió la mano y lo tocó. «Qué bárbaro», dijo, sinceramente asustada, y fue todo lo que pudo decir.
Días después, lo llamó a su casa, y lo hizo entrar en el dormitorio. Entonces lo tocó con tanta libertad y le pidió que esa noche fuera a buscarla. Esa noche (José Arcadio) empujó la puerta del dormitorio y permaneció inmóvil un largo rato, cuando una mano le llevó hasta un lugar donde le quitaron la ropa y lo zarandearon y lo voltearon al derecho y al revés. Confusamente consciente de que estaba haciendo algo que desde hacía mucho tiempo deseaba que se pudiera hacer, pero que nunca se había imaginado que en realidad se pudiera hacer.”
Como llega Pilar Ternera a Macondo
“Pilar Ternera había formado parte del éxodo que culminó con la fundación de Macondo, arrastrada por su familia para separarla del hombre que la violó a los catorce años y siguió amándola hasta los veintidós, pero era un hombre ajeno que le prometió seguirla hasta el fin del mundo y ella se había cansado de esperarlo. Había perdido en la espera la fuerza de los muslos, la dureza de los senos, el hábito de la ternura; pero conservaba intacta la locura del corazón.”
Comentarios
1. De la relación de José Arcadio con Pilar Ternera, nace un bebé que Pilar entrega a la familia Buendía cuando Arcadio la abandonó por ir con los gitanos. El niño es criado por los Buendía y nunca se entera que Pilar Ternera es su madre. En una ocasión, intenta seducirla, pero ella se escapa pagando a una joven virgen, Santa Sofía de la Piedad, para que se convierta en su amante.
2. En el capítulo diecinueve, Aureliano (Hijo de Meme y Mauricio Babilonia) se reunía todas las tardes con sus amigos: Álvaro, Germán, Alfonso y Gabriel, en discusiones que empezaban a las seis de la tarde y terminaban en los burdeles al amanecer. Una noche se desnudó y recorrió la casa llevando en equilibrio una botella de cerveza sobre su masculinidad inconcebible. Una tarde llega Álvaro pregonando que encontró un burdel zoológico llamado El Niño de Oro.
Capítulo XIX. El burdel zoológico, Niño de oro
“Era un inmenso salón al aire libre, en los corrales que rodeaban la pista de baile, había garzas de colores, caimanes, serpientes de doce cascabeles. Y bellas mulatas que esperaban sin esperanza entre pétalos sangrientos y discos pasados de moda, conocían los oficios de amor, que el hombre había dejado olvidados en el paraíso terrenal.”
Pilar Ternera. Dueña del burdel
“La primera noche en que el grupo visitó aquel invernadero de ilusiones, la espléndida y taciturna anciana que vigilaba el ingreso en un mecedor de bejuco sintió que el tiempo regresaba a sus manantiales primarios. Era Pilar Ternera. Años antes, cuando cumplió los ciento cuarenta y cinco, había renunciado a la perniciosa costumbre de llevar las cuentas de su edad, y continuaba viviendo en el tiempo estático y marginal de los recuerdos. Aquel burdel verdadero, con aquella dueña maternal, era el mundo con que Aureliano había soñado en su prolongado cautiverio.”
Capítulo XX. Muerte de Pilar Ternera
“Pilar Ternera murió en el mecedor de bejuco, una noche de fiesta, vigilando la entrada de su paraíso. De acuerdo con su última voluntad, la enterraron sin ataúd, sentada en el mecedor que ocho hombres bajaron con cabuyas en un hueco enorme, excavado en el centro de la pista de baile. Las mulatas vestidas de negro. Después de envenenar a los animales, clausuraron puertas y ventanas con ladrillos y argamasa, y se dispersaron por el mundo. Era el final. En la tumba de Pilar Ternera, entre salmos y abalorios de putas, se pudrían los escombros del pasado, los pocos que quedaban después de que el sabio catalán remató la librería y regresó a la aldea mediterránea donde había nacido, derrotado por la nostalgia de una primavera tenaz.”
Comentario final
En Cien años de soledad, la imposibilidad de amar es una constante, porque el incesto, como práctica corriente en la familia Buendía, genera el temor de procrear iguanas o bebes con cola de cerdo. En ese ambiente cargado de culpas, Pilar Ternera encarna el deseo libre de temores, porque no solo es amante, sino también guía emocional y espiritual. Su actitud hacia el amor y el sexo no está teñida de culpa ni vergüenza, aunque nunca logró que alguien le correspondiera.
Bibliografía:
García Márquez, Gabriel. Cien años de soledad. Grupo Editorial Norma. 2007.
Google. El Heraldo.Co
Google. Página Gavilan College.